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Hombre y caballo avalan una noble relación milenaria

Nos ayudamos de la experiencia de Philippe Vieira, fundador del Club Hípico del Bierzo, para comprender la relación que durante siglos ha unido a estas dos especies

Ponferrada

La interacción del hombre y una fiera, en este caso el caballo, estimula los instintos más irracionales que nos unen. Aunque los comienzos de la relación se sustentaban en primarias necesidades del hombre que la bestia satisfacía: transporte, ayuda en diferentes labores o alimento, lo cierto es que los diversos inventos han situado a este valioso animal en un plano de dependencia más equitativo. La utilización de los méritos del caballo en beneficio del hombre, progresan hacia unos objetivos más placenteros para ambos protagonistas y menos gravosos para el animal irracional.

Philippe Vieira en las instalaciones de Radio Bierzo / Radio Bierzo

Parece demostrada la domesticación equina hace 6.000 años y, a partir de ese momento, el inicio del conocimiento de su auténtica fuerza, capacidad e inteligencia. Disminuye su empleo en tareas de pujanza bruta y se incrementa su exhibición de espectáculos de belleza única y actividades terapéuticas que se han revelado determinantes en la recuperación de complejas patologías humanas.

Philippe Vieira, empresario, percibió desde muy niño su fascinación por los caballos. Esa pasión fue cultivada por sus padres y tuvo la oportunidad de conocer a un animal que nos ayuda a descubrirnos. Dejó su última ocupación, la edición de libros y la publicidad en París, la ciudad de la luz y del amor, para cumplir un sueño en Camponaraya (León). En esta localidad berciana, con el apoyo del Ayuntamiento que le permite el uso de las instalaciones, puso en funcionamiento el Club Hípica del Bierzo hace tres años para transmitir las bondades del trato hombre-caballo.

Desde el elemental “saber cómo montar a caballo” hasta el volteo, en este Club, de contenido poco común en la provincia, ofrece la posibilidad de aprender a domar un caballo, la realización de rutas equinas por el territorio berciano, saltos y todos los deportes ecuestres en los que los jinetes y amazonas puedan estar interesados. Con cada una de las técnicas que se imparten, siempre muestras de refinada elegancia, se recibe invariablemente el confirmado suplemento emocional que los caballos transfieren al ser humano que soportan, que los dirige, que los acaricia: el estímulo de la relación social; la rebaja en la intensidad de la depresión; el desbloqueo de los afectos… La relación hombre-caballo es una fuente de arte, belleza y distensión que suma seguidores cada día.

El gusto por los caballos es evidente, el público abarrota las gradas / Club Hípico del Bierzo

Phipippe Vieira con su equipo y el Ayuntamiento de Camponaraya, han proporcionado a Radio León la información y la documentación gráfica que facilita un acercamiento fascinante a los caballos.

 
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