Última hora

Irán denuncia explosiones en su territorio y activa las defensas aéreas

Historia

Los chuches de 'La Nieves', el cine de las pipas y otras viejas historias de la calle Vicente Goicoechea

En nuestra sección de fotos antiguas recordamos algunas historias Vicente Goicoechea, entre ellas, el frontón que durante décadas dio nombre a la calle

'La Nieves' en 1967 / Arque / Archivo Municipal de Vitoria

Vitoria

La calle Vicente Goicoechea desde 1820 a 1916 se denominó calle Juego de Pelota, debido a la existencia de una cancha en la que se practicaba este deporte vasco. El frontón fue construido en 1823 y estaba emplazado en centro de la calle, cercano a la actual Catedral Nueva. La pared lateral estaba situada a la derecha, siendo ahora habitual que sea a la izquierda. Hoy este espacio está ocupado por un parque infantil.

En un plano del año 1886 podemos ver el emplazamiento exacto de aquel frontón (3).

El frontis era una de las paredes de la casa contigua, en la cual según Venancio del Valentre otros vecinos habitaba Bernardo Vivié que explotaba un café y un billar y que cerca tenía una fábrica de peinetas. Otro de los vecinos era Toribio “El Manco” que servía vinos, licores y pelotas”.

Juan de Biasteri señala que “León Vivié pasó a ser el encargado del frontón y en carta enviada al Ayuntamiento, solicita una orden que prohíba el paso de carruajes y caballerías por el juego de pelota, a fin de impedir la destrucción del suelo ya de por si bastante deteriorado”.

En la imagen que va a continuación vemos este juego de pelota en 1906 con unos cuantos niños y jóvenes jugando en la cancha.

Hemos encontrado varias referencias de disputa de partidos en este frontón. En el Anunciador Vitoriano del 6 de septiembre de 1879, en plenas fiestas de Vitoria, que entonces se celebraban en ese mes, aparece lo siguiente: “El partido de pelota del miércoles estuvo concurridísimo, tanto que la muchedumbre no permitió en los primeros momentos que empezara el juego. Hubo sobre esto sus quejas, diciéndose si se vendieron entradas de más o entró gente sin pagar.”

Por la tarde tuvo lugar otro a guante, entre Carricaluche de Navarra contra los guipuzcoanos Laspie y Bisimodu hijo, ganando los últimos.

Ayer por la mañana, otro a guante entre Chiquito El Cortador y el Zurdo, contra los franceses y otro guipuzcoano, ganando el Chiquito. Las traviesas (apuestas) han sido considerables en algunos partidos.”

El mismo periódico en las fiestas del año siguiente, 1880, da cuenta del partido jugado entre Txikito de Eibar y Txirloia contra Pola y Txandrio, ganado por los primeros por 35-22, y de un incidente ocurrido durante el mismo: “Habiasele caído a Pola la boina y era tan apurada y competida la lucha que ni siquiera se fijó en aquella hasta que por fin al arrimar a la pared la pelota de un buen zurdazo remató el rebote en la chapela, siendo imposible su resto por lo que se dispuso por los jueces fuera vuelta el tanto, después de una detenida discusión en que se emitieron por varios inteligentes sus respectivos pareceres.”

En 1906 durante las fiestas, en este caso en agosto, se seguían disputando partidos en este juego de pelota. Este fue el último año en que se utilizó, ya que al iniciarse las obras de la Cadetral Nueva en 1907, fue derribado el frontón junto con la casa contigua para ocupar su lugar un pabellón donde se labraba la piedra destinada a la obra del templo.

El cronista del periódico La Libertad, siente nostalgia por la desaparición de la cancha y escribe: “Permitasenos evocar por este motivo (la desaparición) el recuerdo de aquellos celebres partidos en que tomaba parte aquel colosal pelotari que se llamó Indalecio Sarasqueta “Chiquito de Eibar”.

A continuacion vemos la imagen de Txikito de Eibar, que falleció de tuberculosis en el año 1900, a la edad 40 años. Practicó con gran éxito varias modalidades de la pelota vasca: la mano, la pala, el guante y la cesta punta.

Antonio Peña y Goñi crítico de pelota de la época en la revista El Pelotari, lo describió de esta forma: “El jugador de pelota más maravilloso, más artista y más popular de cuantos yo he conocido y admirado, del que puede decirse que regeneró el juego vascongado, elevándolo a una altura jamás, en mi concepto, alcanzada por nadie.”

El edificio que actualmente en su planta baja acoge la Librería Diocesana, en los años 60 se denominaba Centro Obrero Católico, albergando un cine para las clases mas populares, que funcionaba los domingos. En la trasera de la planta baja tenía una bar y una bolera. Las películas proyectadas eran elegidas por “un comité de espectadores de confianza”, que de tarde en tarde introducían algún film de lo que ellos denominaban “picante”. Las películas ya venían censuradas por el correspondiente organismo del régimen de Franco, con los adecuados cortes efectuados en la cinta, para que la ciudadanía no se contagiara con ideas políticas del exterior y las escenas fueran recatadas.

Asistía a muchas proyecciones el sacerdote Bixente Latiegi, euskaldun, investigador de nuestra lengua y autor de varios libros. Era lector habitual de periódicos extranjeros, cosa nada corriente entonces.

La planta baja del cine disponía de cómodas butacas, la planta alta de dos palcos con asientos individuales y dos espacios con banquillos, situados perpendicularmente a la pantalla, por lo que había que torcer el cuello para ver el escenario. En estos últimos se acomodaban los estudiantes y la “gente menuda”, dado que era la entrada mas barata. Algunos denominaban al local “el cine de las pipas”, ya que durante la proyección los espectadores situados en banquillo consumían ingentes cantidades de ese producto. Algunos espectadores descuidados, en ocasiones dejaban caer las cascaras sobre las cabezas del público presente en la planta baja, por lo que eran frecuentes las broncas por esta causa y por la caída de objetos y ropa.

Un asiduo a este cine entonces, me cuenta que en navidades cuando la película proyectada estaba en su momento álgido con un silencio total, no oyéndose ni una mosca, un espectador lanzó un eructo que duró varios segundos, recibiendo el autor una sonora pitada y diversos insultos. Me añade el informante que pensó entonces que el protagonista de este “atentado” se habría cepillado el solo una botella de cava, y no había podido soltar los gases hasta ese momento. Opinión acertada, pues en aquel tiempo de apreturas en la cartera, solo se comía y bebía hasta reventar en navidades y en algún otro acontecimiento de relevancia.

El aspecto del cine hoy es el mismo que hace 45 años, nada ha cambiado exceptuando las butacas, que fueron sustituidas hace tres años por asientos mas modernos. Hoy el local es una sala de conferencias.

Frente a la entrada del cine se situaba Nives Lanciego “La Nieves”, con un carrillo de dos ruedas con techo, que lo transportaba hasta el lugar asiendo sus manos a dos mangos de madera. En el mismo adquirían los espectadores todo tipo de lo que hoy se denominan “chuches”.

Era además dueña de un quiosco de madera, en el que vendía los mismos productos. Estaba situado pegado a la fachada del Instituto de Enseñanza Media de la calle Becerro Bengoa, edificio actualmente ocupado por el Parlamento Vasco.

En esta calle tuvieron su convento los RR. PP. Carmelitas. Consiguieron un edificio destinado anteriormente al salón de baile “El Vascongado”(6 en el plano), el cual tras las oportunas modificaciones se convirtió en capilla pública de la comunidad religiosa. A la fachada del primitivo edificio se le dotó de una hornacina con una imagen de piedra de la Virgen del Carmen y una espadaña en la cumbrera del tejado, con alojamiento para dos campanas. Por su parte la zona dedicada a convento ocupó unas casas cedidas por un particular, Eulogio Angulo.

La inauguración y celebración de la primera misa fue el día 11 de octubre de 1890 y aquí continuó esta comunidad religiosa hasta que se trasladó a su actual ubicación en la calle Manuel Iradier, donde continua. Este nuevo convento fue inaugurado el 20 de abril del año 1900.

Tras la marcha de los carmelitas, los edificios de la calle Juego de Pelota fueron destinados a una empresa dedicada a la fabricación de yute y esparto, Rica S.A.

En las fotos adjuntas pertenecientes al archivo de los carmelitas, vemos la fachada de la capilla como era inicialmente y las transformaciones sufridas sucesivamente, tras las intervenciones realizadas para su adaptación a la actividad fabril. La imagen de piedra de la Virgen del Carmen que se encontraba en la fachada del antiguo convento, ahora se guarda en los jardines contiguos al templo de la calle Manuel Iradier.

Finalmente el edificio desaparecería y en el solar resultante junto con otros terrenos colindantes, se construiría un edificio moderno de viviendas, oficinas y despachos, que es el que hoy conocemos.

En 1907 se puso la primera piedra para la construcción de la Nueva Catedral, sobre un solar resultante del derribo del antiguo Convento de las Brígidas (4 en el plano). Estas se trasladaron a la calle Juego de Pelota, construyéndose un edificio nuevo que sigue existiendo en la actualidad. A la fachada del mismo se acopló la portada del antiguo convento, que fue trasladada desde su anterior ubicación y que ahora podemos contemplarla.

En esta calle se encuentra el edificio del Obispado, que fue construido sobre un solar que ocupó una casa en cuya planta baja se encontraba la fontanería y hojalatería de la familia Aldama. Las plantas superiores se destinaban a vivienda de los titulares del negocio.

En 1955 en el centro de la calle fueron derribadas varias casas (5 en el plano), al objeto de dar mayor amplitud a la calle y acondicionar en su lugar unos jardines con juegos infantiles. En la fotografía que va a continuación se plasma el derribo citado.

Al final de la calle, aproximadamente en la zona de la actual Escuela de Artes, a finales del siglo XIX estaba la “Fabrica del Gas” (1 en el plano), sobre la cual Venancio del Val indica “que estuvo en tiempos en que era el gas el procedimiento de alumbrado. Se instaló en 1860.”

Para situarse correctamente respecto a lo descrito en este artículo, nos hemos permitido realizar un vídeo de dos minutos en el que aparece la calle tal como es hoy, destacando el lugar que ocupaban u ocupan los edificios que se mencionan.

Las fotografiás aquí reproducidas pertenecen a: Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz, Archivo del Territorio Histórico de Álava, guregipuzkoa.net y Archivo de los RR. PP. Carmelitas.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00