El Betis de Mel y de Rubén, el mejor de la Liga a domicilio

Sevilla

El Betis volvió a ganar fuera de casa y se convierte en el mejor equipo de la Liga a domicilio. Sí, el Betis de Mel. Y el de Rubén Castro, uno de los delanteros más determinantes de su historia, que adquiere rango de heroico por la más que discutible calidad de la gran mayoría de futbolistas que ha tenido a su lado desde que llegó en el verano de 2010.

Rubén aprovechó en el minuto tres un balón que le cedía Joaquín -excelente partido el suyo también- y que el canario ponía junto al palo, imposible para el portero del Levante. Ocurrió en Valencia lo contrario de lo que le venía sucediendo al Betis partido tras partido y que también pudo sucederle en el Ciudad de Valencia porque, antes del minuto diez, Bruno se empeñó en que su equipo volviera a encajar un gol tempranero en un gravísimo error, tras una dejada al portero Adán que se quedó corta y que, primero Verza y luego Deyverson, desaprovecharon al enviar el balón a la madera. La Providencia salvó al Betis por dos veces.

Luego, el equipo -incluido Bruno- empezó a venirse arriba y apenas le concedía ocasiones al rival. Rubén Castro tuvo el 0-2 en un mano a mano con el portero que resolvió mal; y el Rubén del Levante, su portero, sacaba un balón en una vaselina espectacular de Joaquín que mereció premio. El Betis se iba al descanso con la sensación de que podía haber obtenido una mayor ventaja.

En la segunda parte volvió a ocurrir lo mismo. Tras unos minutos de dominio local pero sin apenas ocasiones, salvo un remate al larguero -otra vez salvó la madera a los verdiblancos- de Deyverson, eran Rubén Castro y Varela, los que provocaron dos paradones -especialmente en el caso del canterano- del portero del Levante. El tiempo transcurría y el marcador no se movía. Adán hace su primera y única parada salvadora en remate de Roger -aunque la jugada estaba invalidada por haberse llevado el balón con la mano- el árbitro expulsaba injustamente a Westermann, por doble cartulina amarilla, a doce minutos del final y el Betis tuvo que sufrir las continuas acometidas -con más corazón que ideas- del equipo azulgrana. Debutaba Jordi Figueras, que no desentonó, y Van der Vaart volvía a demostrar que no está para competir en Primera División. El otrora gran futbolista holandés volvía a quedar en evidencia tras resolver con un remate lejano, desviado e inocente, una clara ocasión de gol tras dejarlo Joaquín solo, aunque a 40 metros del portero, tras un gran enorme pase dado en mediocampo.

Sufriendo, más por la exigua ventaja que tenía que por el peligro que estaba creando el Levante, llegaba el Betis al final del partido para celebrar un triunfo importantísimo que le deja mucho más cerca de los puestos europeos que de la zona de descenso. El Betis -el Betis de Mel- se convierte en el mejor equipo de la Liga a domicilio, cifra que ningún equipo podrá superar esta semana -sólo igualar el Real Madrid si gana en Éibar-, y su entrenador podrá disfrutar de unos días de tranquilidad tras el acoso sometido por cierto sector que no soporta verlo en el banquillo del Betis.

A Mel, eso sí, hay que exigirle que no vuelvan a repetirse las penosas puestas en escena de los últimos partidos en el Villamarín, que la imagen en casa mejore considerablemente. De lo contrario, debe sentir la crítica y la exigencia de la grada. Pero una crítica objetiva, y no la de aquellos que no le perdonan hechos del pasado y que no soportan verlo en el banquillo del Betis. A Mel no se le pueden negar sus números y su aportación a este equipo desde que llegó. Ahora es tiempo para disfrutar de un nuevo triunfo, con su consiguiente desahogo en la clasificación, pero el Betis -la entidad abstracta, el sentimiento...- se merece que en su entorno haya menos crispación y más reconocimiento a una clasificación y una puntuación que le está haciendo cumplir holgadamente con los objetivos marcados. Lo demás, simplemente, sobra.

Ficha técnica:

Levante UD (0): Rubén, Toño, David Navarro, Pedro López, Feddal, Simao, Camarasa, Verza (Ghilas, minuto 74), Rubén García (Víctor Casadesus, minuto 59), Morales y Deyverson (Roger, minuto 68).

Real Betis (1): Adán, Piccini, Bruno, Westermann, Varela, Joaquín (Molinero, minuto 91), N'Diaye, Petros, Álvaro Cejudo (Van der Vaart, minuto 75), Dani Ceballos (Jordi Figueras, minuto 82) y Rubén Castro.

Árbitro: Sánchez Martínez, murciano. Expulsó por roja directa a Juanfran y a Westermann por doble amarilla. Amarillas para Deyverson, Álvaro Cejudo, Verza, N`Diaye, Pedro López, Feddal y Adán.

Gol: 0-1, minuto 3: Rubén Castro.