Deja de procrastinar y alcanza tus objetivos
Si cuando tenemos un proyecto, un objetivo o una obligación que atender, no nos decidimos a empezar y retrasamos de forma consciente el paso a la acción, lo que estamos haciendo es PROCRASTINAR
Desarróllate: ¿Procrastinas?
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Valencia
Si cuando tenemos un proyecto, un objetivo que conseguir o una obligación que atender no nos decidimos a empezar y retrasamos de forma consciente el paso a la acción, lo que estamos haciendo es PROCRASTINAR.
¿Cuantas veces comenzamos nuestra jornada laboral con una serie de tareas en mente (incluso planificadas en la agenda) y al finalizar el día, observamos que hay alguna cosa que hemos dejado de hacer y en su lugar hemos hecho algo imprevisto y generalmente poco relevante. Cuando esto nos ocurre estamos procrastinando.
Procrastinar nos hace sentirnos mal, ya que sabemos que no estamos abordando algo que es importante con las consecuencias que ello puede tener. Si además es un proceso repetitivo, nuestra productividad se verá afectada, porque dejamos de hacer lo relevante y nos llenamos de tareas poco importantes a efectos del objetivo que queremos alcanzar. Y nuestra autoestima acabará viéndose afectada.
Asumimos el compromiso de realizar una tarea o tomar una decisión importante, pero a la hora de la verdad, cuando tenemos que pasar a la acción, nos asalta una sensación negativa que nos lleva a no abordarla y dejarla de lado (temor a ser capaz, aburrimiento, sentido responsabilidad…). Esto de momento nos causa inquietud, pero inmediatamente nos decimos “vale no pasa nada, hago primero esto otro (que me da más satisfacción) y luego en un rato me pongo con aquello” o “de mañana no pasa que empiezo”. En ese momento se desactiva la tensión que nos generaba enfrentarnos a la tarea o decisión relevante, pues empezamos otra cosa que nos mantiene ocupados y nos hace sentir bien. Pero esto es un auto engaño, porque solo nos sirve hasta que llega otra vez el momento de abordar lo que dejamos de lado.
Puede haber diferentes motivos que nos lleven a esta situación.
Procrastinamos porque no tenemos la motivación suficiente para dar el paso hacia nuestro objetivo (nos da pereza salir de nuestra rutina, de nuestra zona de confort, no es una tarea que nos guste…). También puede ser que tengamos pensamientos que nos impiden pasar a la acción, cosas que nos decimos a nosotros mismos que merman nuestra autoconfianza y nos quitan el entusiasmo necesario para emprender un nuevo reto (no sé si voy a ser capaz de conseguirlo, qué pensarán de mí los demás si fracaso…). Y también una causa puede ser no haber desarrollado un plan de acción concreto para llevar adelante nuestro objetivo.
Para enfrentarnos a este problema, lo primero que tenemos que hacer es ser conscientes de que estamos eludiendo nuestro compromiso de hacer algo y reflexionar acerca de por qué nos está pasando, ¿estamos de verdad comprometidos con nuestro objetivo? ¿hemos sido exhaustivos en la lista de pros y contras que tiene alcanzarlo? ¿hemos trazado bien los pasos que dar para que se cumpla? ¿qué nos está impidiendo avanzar?... Si identificamos las causas, podremos actuar sobre ellas. Por una parte nos servirá para reafirmarnos en seguir adelante en nuestro proyecto o no. Y por otra parte, nos ayudará a pasar a la acción.
Quique Lencina
Filólogo de formación y locutor de profesión, actualmente forma parte del equipo digital de Radio Valencia...