En San Mateo de Gállego se construye la primera casa que reduce en un 95% el consumo de energía
Nuevas casas llegan del norte de Europa para acabar con los disgustos de la factura energética
San Mateo de Gállego
Casa pasiva significa que está diseñada para tener la máxima eficiencia energética. Utiliza muy poca calefacción, principalmente, a través de una caldera con biomasa, o a través de una bomba de calor. La empresa Ecohouse, del grupo Kuusamo, construye la primera casa pasiva en Aragón.
Es un concepto que va más allá de lo ecológico, que este tipo de construcción también lo es. Además de respetar el medio en el que se instala, por los materiales empleados, utiliza muy poca energía para calentarse en invierno o mantenerse con una temperatura agradable en verano.
La estructura de la casa que se está construyendo en San Mateo de Gállego es de madera, aunque queda recubierta por fachadas aislantes con terminaciones en piedra o mortero. Se eliminan pues las paredes hechas de ladrillo y hormigón. Además, las ventanas llevan triple vidrio para evitar las fugas o entradas de calor. La orientación es fundamental para la captación solar, con grandes ventanales que miran hacia el sur. Esos mismos cristales se oscurecen en verano para evitar que entre el calor a la vivienda.
Y lo más sorprendente es que estas casas valen lo mismo que las construcciones convencionales porque para las casas pasivas se emplea menos tiempo para el montaje, con lo que se ahorra mucho en mano de obra.