Tres bares de barrio que no lo parecen

A Coruña

¿Os habéis fijado en los nuevos bares que están abriendo en A Coruña? Su estilo, su decoración, sus camareros... Desde hace un tiempo la imagen ha adquirido mayor importancia con el propósito de llamar la atención de sus clientes. Para prueba, unos nombres: Marita Ron, Picadilly, La Granera, Bogart Baar... entre tantos otros.

Pero hoy no os voy a hablar de ellos, hoy os traigo una pequeña selección de tres locales que sí llaman la atención por su aspecto, cumplen los cánones de los que os hablaba, pero que han decidido llevar esta esencia a los barrios. En lugar de abrir en el centro o en nuevas manzanas "cool" como Matogrande o Tabacos, han elegido entornos tradicionales: Os Mallos y Os Castros, manteniendo así la esencia de barrio. Son elegantes y su servicio es profesional, pero no hace falta que te pongas las mejores galas para ir a tomar un café. Puedes desayunar, tomar unas tapas o ver el fútbol sin miedo a que un hipster se escandalice con los gritos a tu equipo de fútbol, vamos al Dépor, (no se admite otro en este blog). Allá vamos:

1. Lex

Ellos mismos se definen como "un nuevo concepto en la zona de Los Mallos". Y es cierto. Sus propietarios se decantaron por abrir un café-restaurante en un lugar donde los bares triunfan y, en parte, es gracias a los juzgados. La franja más baja de Os Mallos está repleta de toda clase de cafeterías y la mayoría de ellas viven de la cantidad de gente que cada día entra en los edificios judiciales, bien a trabajar o porque tiene algún asunto por resolver.

Pero además, este entorno también tiene mucha vida por las noches. Se trata de un barrio de los de antes, en los que los vecinos todavía se conocen por la calle y los hosteleros han sabido aprovecharlo inaugurando muchos locales con terrazas que abren hasta tarde y por los que, parece, todavía nadie se ha quejado.

Pero el Lex ha decidido cambiar el estilo. Aprovechando esas posibilidades que le ofrecía la zona, apostó por un local precioso que todo el mundo se queda mirando al pasar y al que te apetece entrar. Su reforma la llevó a cabo estudio de arquitectura BAO, cuya sede está unos metros más arriba.

Su preciosa terraza retranqueada permite a los fumadores mantener su vicio incluso cuando llueve (comprobado en primera persona) y dentro dispone de dos ambientes: Uno tipo cafetería con un banco acolchado y mesas altas y al fondo existe otra área separada para comer.

En cuanto a la comida, solo he probado las pizzas y las recomiendo. Están muy sabrosas y a un precio común. ¿El tamaño? Si queréis picar algo podríais compartir una para dos, pero lo ideal son dos para tres personas. El resto de la carta, de estilo moderno, tiene buena pinta, he visto pasar las raciones. Si la habéis catado, ya me diréis.

Como os decía, lo bueno del Lex es que no deja de ser un bar de barrio, al que puedes ir a desayunar y leer el periódico, tomar un café o beber algo al salir de trabajar. Eso sí, como muchos bares del entorno cierra los domingos, ya os dije que gran parte de sus clientes venían de los juzgados.

2. Onda Sempre

También próximo a Os Mallos, en el nuevo barrio de Vioño está el siguiente local, Onda Sempre. Un bar con más experiencia que el anterior. Lleva 6 años abierto y aunque ahora su estilo es fácil de encontrar en más sitios, cuando se inauguró fue uno de los primeros en apostar por una estética cuidada también en los barrios. Eso le dio popularidad y ahora son muchos los que van a tomar un café o a cenar, incluido algún jugador del Dépor al que se ve mucho por ahí.

Aquí la comida es más tradicional: raxo o zorza, tortilla, albóndigas... Pero igual de rica y a buen precio. La media ración podría considerarse una completa en otros locales. Vamos, lo que buscamos siempre. Y además, es de los que regala una tapita con la bebida, que siempre se agradece.

Si vais a conocerlo en horas punta, cuidado, no es muy grande y se llena fácilmente. Además, cierra los domingos, algo que descubrí al ir a sacar la foto.

3. La Parroquia

He dejado para el final mi favorito: La Parroquia. Lo primero que llama la atención es el nombre y se llama así porque estaba en la antigua parroquia de los Carmelitas, en la calle de la Merced. Con la reforma del ámbito y la venta de la iglesia para la construcción de pisos, los locales parroquiales se convirtieron en edificios de alta gama y en su bajo abrió esta cafetería con muy buen aspecto que conserva pequeños detalles en alusión a la iglesia: las velas, las imágenes de los baños o "la sacristía". A los vecinos de la zona nos impactó su apertura y allá fuimos todos a probarlo. En este caso la reforma es obra de Desarrolla Works SL.

El proyecto pretendía dar una alternativa de ocio al barrio en lugar de trasladarse al centro. Así, además de una estética diferente a la que existe en esta calle, ofrece café de calidad. Cada mes hay una variedad especial recomendada, siempre acompañada de una magdalena o pasta y un vaso de agua. Destaco esto último porque a muchos os gusta. Para los golosos, suelen tener también sabrosas tartas y bizcochos.

A otras horas ofrece cócteles a buen precio, aunque depende del camarero que esté. Loli, por ejemplo, es mexicana y hace unos estupendos Margaritas. Precisamente por su procedencia de vez en cuando organiza noches mexicanas con tacos, burritos, frijoles y postres típicos.

La carta no es muy amplia, cada día tiene unos tres o cuatro platos entre los que elegir, eso sí, siempre bien cocinados. Los domingos suele tener callos y últimamente han ido incorporando otros eventos. Aquí os dejo unas fotos del brunch que organizaron hace unos meses.

Pero como os decía, por lo que realmente llama la atención es por el estilo. Se trata de unos 100 metros cuadrados divididos en dos plantas: la baja y una especie de entresuelo en la que han instalado un sofá ¡y hasta una chimenea! El sitio favorito de muchos clientes.

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