La denuncia al convento compostelano partió de una exmonja
Tres monjas han sido liberadas de un convento compostelano donde estaban retenidas
Santiago de Compostela
Fue la denuncia de una exmonja del convento presentada el pasado 7 de enero en Madrid la que desató los acontecimientos. La denuncia ante la brigada de extranjería llegó a Santiago y la jueza del juzgado de instrucción número 1 autorizó un dispositivo para comprobar si las religiosas de origen indio estaban retenidas en el convento de clausura.
El sábado tomó declaración en el juzgado a las cinco religiosas, 2 de ellas decidieron volver al convento y las otras tres se negaron y desde entonces permanecen bajo tutela de la jueza en una casa de acogida.
El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia confirma también que la jueza investiga la deportación de otras dos monjas con permiso de residencia en 2011 y si las que el sábado abandonaron el convento tenían acceso a su documentación para poder salir libremente. Añade que no ha habido detenciones y que, por el momento, nadie ha sido llamado a declarar.
El Arzobispado lo niega
Según una nota informativa emitida por el Arzobispado de Santiago la comunidad se muestra sorprendida por la denuncia que ha iniciado esta situación y el revuelo informativo que ha provocado.
Explican que dos de las tres monjas que han dejado el convento comunicaron en diciembre su voluntad de dejar la comunidad y que el trámite se estaba realizando con celeridad. Añade que en ningún caso las religiosas solicitaron la exclaustración, esto es, abandonar el convento antes de que se terminara ese proceso.
Afirman que la documentación quedó concluida a nivel diocesano el pasado 21 de enero, solo dos días antes de que la jueza reclamara interrogar a las religiosas.
El Arzobispado da más detalles de la vida intramuros; explica que cada siete años las monjas extranjeras pasan dos meses en sus países de origen con su familia y que vuelven siempre voluntariamente como hicieron hace año y medio dos de las religiosas que ahora se han marchado.
Termina el comunicado mostrando preocupación por lo que pueda ser de las tres religiosas que han abandonado la comunidad y se ofrecen a ayudarlas en todo lo que puedan necesitar.