Kuko Cruza alcanzará los 80 partidos al frente del equipo ante Araberri

Alicante

El próximo sábado Kuko Cruza cumplirá 80 partidos al frente del Lucentum, posteriormente convertido en Fundación Lucentum. Tres temporadas con esta que han dado para mucho y que han dejado grandes recuerdos al técnico, dos de ellos especiales. "El primero, el partido que jugamos en Babel frente al Denia en la Lliga Valenciana en pretemporada el primer año, porque era un salto importante para mí. Recuerdo girarme y ver toda la grada llena. Me di cuenta de la magnitud que tenía este club", recuerda. "El segundo es la final frente a l'Alfàs del Pi. El único objetivo era ascender y cuando lo consigues, hay mucho trabajo detrás. Aunque parezca que fue fácil, no lo fue", confiesa.

También ha habido tiempo para momentos amargos. Probablemente la mayor espinita clavada sea las dos finales de la Copa LEB Plata que se escaparon en el último suspiro. "Estos dos años el objetivo no era jugar la Copa, pero sobre todo el primero la degustamos casi hasta el último minuto del último partido. Este curso se nos fueron muchas opciones en Valladolid y aún así la liga nos dio otra oportunidad que tampoco supimos aprovechar", lamenta Cruza.

Ahora, con la competición copera pasada, toca centrarse en el futuro. El técnico quiere ir paso a paso. "No pienso en objetivos más allá del próximo sábado", reconoce. Pero es consciente de que vienen tres partidos, ente el líder, segundo y quinto clasificado, que pueden marcar el futuro y los objetivos. "Van a ser definitivos, no para saber quien asciende pero sí para saber quien queda un poco descolgado. Son tres partidos de una exigencia máxima", confiesa. "Araberri y Marin son junto a Granada los equipos más en forma de la liga. Ávila parece que ha dado un paso atrás pero ha tenido lesiones y volverá a ser competitivo seguro", analiza. "A partir de ahí veremos donde estamos, será un punto de inflexión importante", sentencia Cruza.