El corazón de Doñana se seca

Huelva

WWF pide medidas urgentes para que Doñana se adapte a los efectos del cambio climático. Este otoño y lo que llevamos de invierno están siendo inusaules en el parque según esta organización, que alerta de que la marisma del corazón del Espacio está practicamente seca. Buena parte de las aves acuáticas se han desplazado a los arrozales del Guadalquivir y a la actividad acuícola de la Finca Veta la Palma, en Isla Mayor (Sevilla).

Desde la Estación Biológica apuntan al respecto que este año sólo han caido 150 litros de agua en Doñana, cuando lo normal a estas alturas son 400. Actualmente hay unos 500.000 ejemplares de aves acuáticas migratorias invernando en el espacio natural. Es una cifra inferior a la habitual debido a la escasez de agua y a que las temperaturas no han sido suficientemente frías. Muchas especies se han quedado en hábitats situados más al norte según la dirección del parque.

Este martes dos de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales. El agua es fundamental para la vida en Doñana, pero es a la vez un recurso limitado. WWF lleva denunciando desde hace años la escasez de agua en el Espacio Natural, y este año está siendo especialmente malo según Felipe Fuentelsaz, miembro de esta organización en el espacio natural. Según él, hay especies habituales cuya población peligra en el parque, como la cerceta pardilla, la focha moruna o la población de Aguila Imperial, que sigue creciendo en Andalucía mientras que se estanca o retrae en Doñana.

WWF sostiene además que un informe de la estación Biológica de Doñana advierte sobre la perdida del 70% de la vegetación de marisma en algunas zonas del espacio. Los anfíbios son otros de los grandes perjudicados por esta situación de sequía. Por todo ello, la organización pide medidas urgentes para que Doñana se adapte a los efectos del cambio climático.

Felipe Fuentelsaz asegura que este año apenas si han llegado Ánsares a Doñana. Y sostiene que este invierno las aves acuáticas se han desplazado a los arrozales del Guadalquivir y a la actividad acuícola de Veta la Palma, en Isla Mayor. Una situación que confirman los responsables de esta última instalación, si bien, hablan de beneficio mutuo entre Doñana y su trabajo, más que de un perjuicio para sus cultivos.

La lectura realizada desde la Estación Biológica de Doñana no difiere mucho a la de WWF.  Actualmente hay unos 500.000 ejemplares de aves acuáticas migratorias invernando en el espacio natural. El vicedirector de la estaciòn biológica de Doñana, Jordi Figuerola, señala que lo normal por estas fechas es que hayan caido unos 400 litros por metro cuadrado de agua en el parque, y que sin embargo sólo han llovido 150 hasta el momento. A esto se une el hecho de que el invierno pasado tambien fue seco y que las temperturas no están siendo frías. De hecho ya se están dejando ver anidando especies propias de la primavera como las golondrinas y los aviones. .

 Desde la estación señalan que el cambio climático se traducirá en Doñana en un aumento gradual de los periodos de sequía habituales. Otro problema del parque es la sobrexplotación del acuífero, lo que provoca que los ciclos de inundación a la marisma sean cada vez más cortos.

El director conservador del parque, Francisco Quiroz, añade que en la zona norte del parque, la más próxima a Almonte y el Rocío, la marisma se mantiene con agua. No ocurre así en los espacios más al sur, donde sólo queda agua en los vasos más profundos. La dirección del parque contabiliza en 250 litros el agua llovida durante esta temporada de otoño e invierno. La cifra sigue siendo inferior a los 400 litros habituales. Y de nuevo apunta a la calidez de este invierno cómo responsable del descenso de aves migrantes invernantes en el espacio.