El nuevo cine “maldito”

Alcobendas

Luces, cámara, terror…!” Ese bien podría ser el pistoletazo de salida de los rodajes de los que vamos a hablar en la sección de hoy, que complementan otros de los que ya nos ocupamos, no sólo por su argumento, directa o indirectamente acogidos al género del susto, sino porque los hechos anómalos e incluso luctuosos que tuvieron lugar antes, durante o después del proceso de creación de dichas cintas fueron realmente para ponerle a uno los pelos de punta, episodios que convirtieron dichas películas en malditas por antonomasia.

Pero los sucesos aparentemente paranormales que rodean al séptimo arte, la huella de la tragedia, no son cosa sólo del cine clásico –etiqueta que se ha ganado también parte del cine de terror moderno– sino que parecer ser algo más habitual de lo que uno pudiera creer, campañas de marketing al margen que, evidentemente, hacen uso de los fenómenos anómalos a través de falsos episodios para promocionar las películas –célebre fue el reciente caso del remake de Carrie–.

Entre el amplio abanico de “rodajes malditos” se encuentran cintas que ya forman parte del imaginario colectivo, de las que ahora hablaremos, pero lo cierto es que precuelas, secuelas y otras cintas de alguna manera relacionadas con el más allá, tienen todos los ingredientes para acabar ocupando un lugar de honor en este singular panteón de lo inexplicable.

Parece cosa manida eso de que los rodajes de películas con temática paranormal están rodeados de extraños sucesos, pero lo cierto es que aquellos directamente vinculados con los mismos, afirman que han sido testigos de ruidos extraños, sensaciones inexplicables, objetos que se mueven solos, voces guturales, llantos infantiles… vamos, lo mismo que sucede en el argumento de dichas películas, pero parece que estremecedoramente real.

La palma se la lleva la saga que tiene como protagonista a la muñeca Annabelle, basada en “hechos reales”, investigados por el matrimonio Warren, expertos en lo paranormal y en cuyo museo en Connecticut se halla la muñeca original, de la marca Raggedy Ann –muy célebre en los EEUU en los años treinta del siglo pasado–. Hablaremos de lo que ha sucedido en sus rodajes y también en otras sagas relanzadas como Poltergeist. Y recordaremos algunos de los casos más estremecedores que convirtieron en malditas cintas emblemáticas como La Semilla del Diablo, El Exorcista o La Profecía.