El paseo marítimo de A Coruña cara y cruz

A Coruña

Cuando se diseñó el Paseo Marítimo de A Coruña el espíritu Bofill todavía insuflaba toda iniciativa estética en la ciudad. Ese paseo, una buena idea para una península con paisaje maravilloso, se convirtió en el motor y objetivo de A Coruña durante años. El Ayuntamiento y los responsables de costas lo diseñaron ganando terreno al mar a pesar de la opinión de técnicos especialistas y se trazó con tiralíneas un posible tranvía transporte sostenible en la creencia de que luego Europa daría el dinero se desarrollara o no. Pero Europa terminó aportando fondos si había transporte sostenible y de la noche a la mañana se hizo en A Coruña el tren chuchú. Las cosas hechas a medias tienen lo que tienen. Un paseo estupendo en días de sol, con tranvía en cuestión por cierto, que se ve anegado por el mar con evidente peligro en días de temporal. El gobierno Negreira retiró la balaustrada mediterránea, que se convertía en un arma con olas fuertes, y hay que darle una vuelta a la solución de las dunas que anegan de arena todo lugar donde el mar llega reclamando su sitio. Esas dejaciones han dejado campo de desarrollo para la llamada nueva política, que estos días está reajustando discurso y personas ante eso que llamamos realidad. Aunque los que vienen tienen una cosa clara. Ante obras que quedan para el futuro no hay que ahorrar en tiempo ni en prudencia. Ejemplo, la apertura pendiente del túnel de O Parrote. Piano, piano si va lontano.

Pasó hace dos años, hace cinco, o hace siete. Este vídeo es de gace siete años. Fue realizado por vecinos de la zona. Lo distribuyó la Agencia EFE.