Los titiriteros piden disculpas: “No pretendíamos ofender a nadie”
En un comunicado, los dos acusados de enaltecimiento del terrorismo se disculpan con el público pero destacan que su intención no fue ensalzar a ETA ni incitar a la violencia
Madrid
Raúl García y Alfonso Lázaro, los dos titiriteros acusados de enaltecimiento del terrorismo tras haber sido detenidos en el carnaval de Madrid, han emitido un comunicado en el que piden disculpas a aquellos que pudieran “sentirse ofendidos” por su obra ‘La Bruja y Don Cristóbal’, negando que quisieran ensalzar a la banda terrorista ETA pero asegurando que “la libertad de expresión no es el derecho de decir sólo lo que uno quiere escuchar”.
En el comunicado, los dos titiriteros recuerdan que la obra controvertida era “una sátira” y que con ella “pretendíamos reflexionar sobre algunas situaciones, a nuestro juicio injustas e inmorales, que se dan hoy en día en nuestra sociedad”. De la misma manera, niegan que quisieran enaltecer la actividad terrorista de ETA con el cartel en el que podía leerse ‘Gora Alka-ETA’ y piden disculpas: “No pretendíamos ofender a nadie con nuestro espectáculo y por eso advertimos al público antes de comenzar de que los personajes realizaban actos atroces y violentos. A las personas que decidieron quedarse y se sintieron ofendidas les pedimos disculpas pues esta nunca fue nuestra intención”, señalan.
Los dos titiriteros abandonaron el pasado miércoles la cárcel de Soto del Real tras cinco días en prisión provisional, acusados por el juez Ismael Moreno de enaltecimiento del terrorismo. Siguiendo el criterio de la Fiscalía, el magistrado estimó el recurso de los abogados de ambos artistas y decidió ponerles en libertad tras entender que no existía un riesgo de fuga o reiteración delictiva que sí había apreciado unos días antes.
Ambos siguen imputados y les fueron impuestas medidas cautelares, que previsiblemente serán recurridas en los próximos días por sus abogados. A la salida de la cárcel no quisieron hacer declaraciones a los medios de comunicación.
El comunicado también asegura que su encarcelamiento ha sido “una experiencia difícil”, afirmando que la libertad de expresión “no es el derecho de decir sólo lo que uno quiere escuchar” y señalando que tienen “la preocupación de que un día llegue don Cristóbal con su cachiporra y nos golpee, como hizo el otro día, porque no le gustó la función”.