‘¿Otra refinería más? No, gracias’

Venimos oyendo en estos días - como un rumor lejano, como una mar de fondo que acecha a la Comarca - un mensaje entre incierto y nebuloso que, desde Madrid y el ministerio de AAEE, crea entre la ciudadanía un cierto grado de incertidumbre y perplejidad.

El anuncio por parte del ministro del PP, señor Margallo, del interés de las autoridades iraníes- recientemente incorporadas al seno de las naciones no peligrosas para Occidente por arte de la diplomacia y los intereses económicos y políticos norteamericanos- por instalar una refinería de petróleos en el Campo de Gibraltar son el origen de la cuestión. No se en qué quedará todo esto al final pero el anuncio, a tenor de los vientos que soplan en el planeta Tierra, resulta, cuando menos, un tanto incongruente.

Me explico. Cuando en nuestro país de referencia, Alemania, se está llevando a cabo una revolución energética – energiewende en alemán - que se propone eliminar la dependencia de los combustibles fósiles y la energía nuclear para mediados de siglo y donde ya las energías renovables generan el 27% de la electricidad que consume el país; cuando los combustibles fósiles – el petróleo – ha dejado de ser un negocio seguro; cuando hasta la familia Rockefeller ha comenzado a invertir en energías renovables; cuando entre las grandes fortunas del mundo occidental y los grandes partidos políticos norteamericanos se presentan propuestas de futuro para crear modelos energéticos que supongan el crecimiento de hasta un 50% en renovables para 2030 en USA; cuando hasta el Vaticano se está replanteando desinvertir en los negocios relacionados con el petróleo y cuando el mundo occidental, desarrollado, científico y racional esta viendo en las energías renovables no solo un medio para reducir la temperatura media de nuestro planeta y frenar el cambio climático producido por la acción humana, sino un buen negocio, nuestro ministro de AAEE realiza propuestas inadecuadas a los tiempos que corren.

La Tierra se ha calentado 0´85ºC desde finales del XIX y la mayor parte de ese incremento se produjo a partir de los años 60. En 2014 las emisiones de carbono a la atmósfera, generadas por la quema de combustibles fósiles, no aumentó y, a pesar de ello, la economía mundial siguió creciendo. Una de las razones fue que China quemó menos carbón debido a que, como en otros muchos países del mundo, la producción de energía renovables está en auge. Hasta Arabia Saudí apuesta por invertir en el desarrollo de la energía solar.

Por tanto, señor Margallo, creo que su idea no es muy afortunada, porque mira más hacia el pasado que hacia el futuro y siendo usted ministro de lo que es debería usted asomarse más al exterior y ver lo que hace la comunidad internacional en cuestiones energéticas. Nadie apuesta por modelos obsoletos basados en los combustibles fósiles. El futuro, y el freno al cambio climático, son las energías renovables.