Policías municipales de Madrid insultan al concejal de Seguridad y golpean su coche tras una protesta
El Ayuntamiento abre una investigación para determinar si ha habido incitación al odio en esa protesta en la que se han proferido graves insultos contra Barbero como "perroflauta", "rojo de mierda" e "hijo de puta"
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Madrid
Unos 300 policías municipales han abucheado e insultado gravemente al delegado de Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, y al director general del Cuerpo, Andrés Serrano, a quienes han perseguido durante unos 400 metros.
El incidente se ha iniciado en la plaza de la Villa donde los agentes, convocados por CPPM, CSIT y CSIF, se han manifestado en protesta por "la falta de diálogo" y la desaparición de una de las dos Unidades Centrales de Seguridad (UCES), los conocidos como ‘antidisturbios’ de la Policía Municipal.
Al término de la Comisión de Seguridad, Babero y Serrano, han atravesado la plaza de la Villa, donde han arreciado los gritos y les han acompañado por la calle Mayor, hasta que ambos, en vista de que los nervios iban en aumento, han tratado de refugiarse en un bar hasta que ha llegado el coche oficial. Ha sido el momento de mayor tensión ya que, además de proferir insultos como “dictador, fascista, chulo, gordo, rojo de mierda”, han golpeado el coche del delegado. Algunos de los manifestantes llevaban el rostro cubierto.
Durante la protesta, uno de ellos ha golpeado a una periodista y le ha tirado el teléfono móvil con el que estaba intentando grabar la protesta policial. Al término del incidente, los agentes han jaleado y aplaudido a una unidad de antidisturbios de la Policía Nacional (UIP), que no ha intervenido, salvo para abrir paso y que pudiera entrar el coche de Barbero.
La protesta estaba convocada por el Colectivo Profesional de la Policía Municipal (CPPM) y a ella se han sumado el CSIT y el CSIF, mientras que el resto de sindicatos policiales (CCOO, UGT, UPM, y la Asociación de Policía Municipal APMU) no han participado.
Investigación por "incitación al odio"
El Ayuntamiento de Madrid ya ha anunciado la apertura de una investigación para determinar si ha habido “incitación al odio” durante esa protesta en la que algunos se han dirigido a Barbero con gritos de "perroflauta", "rojo de mierda" e "hijo de puta", entre otros insultos.
El concejal, quien ha comenzado su intervención explicitando su reconocimiento al trabajo sindical, ha considerado que todo el mundo tiene derecho a manifestarse de una forma pacífica pero ha alertado de que, cuando se trata de policías, "este tipo de mensajes son, por lo menos, preocupantes".
Barbero ha criticado además la pasividad de la Policía Nacional en la protesta y ha acusado de "dejación de funciones" y "deslealtad" a la delegada del Gobierno, Concepción Dancausa, que, según ha denunciado, ni siquiera le ha llamado para interesarse por su situación.
"Yo esperaba ser protegido por la Policía Nacional, lo lógico es que hubiera intervenido", ha sostenido el concejal, quien ha recordado además a la delegada del Gobierno que su coche lo han zarandeado y se ha golpeado a una periodista.
Barbero ha definido la protesta como "un ataque a una persona que representa una institución" y ha negado que sea un "escrache" puesto que, ha dicho, el "escrache se produce cuando no hay interlocución con un político" y él dialoga con todos los sindicatos.
Convencido de que en la protesta había más "consignas ideológicas" que demandas laborales, ha añadido: "Esto a lo que suena es a un ataque político al Gobierno de la ciudad de Madrid y a la política de cambios. Los cambios pueden generar resistencias, pero hay líneas rojas que no se pueden cruzar".
A preguntas de los periodistas sobre si los madrileños pueden estar orgullosos de sus agentes tras la situación vivida hoy, el concejal ha dicho: "Ese porcentaje pequeño de los que estaban que se han dedicado a acosarme, insultarme, etcétera, no representan a la Policía Municipal". A su juicio, ese grupo pequeño con expresiones "tan deleznables" ha dado una imagen que él ha asociado con "grupos de fascistas".
Barbero se ha reafirmado en su intención de suprimir una de las dos Unidades Centrales de Seguridad (UCS), conocidas como 'antidisturbios', y ha considerado que el "mandato de la ciudadanía es muy claro: quiere cambios, y los cambios los quiere también en la Policía Municipal". "Habrá gente a la que no le guste y policías a quien no les guste, pero los madrileños que nos han votado dicen que quieren otra ciudad", ha insistido.
Barbero, que ha reconocido haber pasado miedo durante la protesta sin que la sensación le haya llegado a bloquear, está estudiando con su equipo la pertinencia de presentar una denuncia por los hechos.