"Ya con dolores y dilatación pensé que me atendería un ginecólogo, pero estaba sola con mis padres"

Es día de reacciones tras la denuncia de la Plataforma Galega polo dereito ao aborto sobre las condiciones en que interrumpen su embarazo las mujeres que se ven obligadas a abortar en el segundo trimestre de gestación por malformaciones del feto u otras causas médicas. Han convocado concentración para mañana a las doce del mediodía frente al registro del CHUAC para que mejore su situación. No tienen garantizada la asistencia de matrona ni de personal médico durante el proceso e incluso en ocasiones expulsan al feto solas en el baño o en su cama. Destacamos casos concretos. Manuela abortó en el Materno Infantil en el año 2014.

Tras una anmiocéntesis se le diagnosticó una grave malformación al feto. Ingresaba en la planta de ginecología con sus padres en una habitación individual. Tuvo que ponerse la medicación vaginal sóla, sufrió las contracciones y la expulsión y sólo después se presentó un ginecólogo.

No reclamó y explica por qué.

La Plataforma Galega polo dereito ao aborto insiste en que hace más de medio año pidió a la gerencia medidas para aumentar la protección de las mujeres en este trance. Considera que las condiciones en que se aborta en el Hospital coruñés van en contra de todos los protocolos internacionales sobre Derechos sexuales y reproductivos. Unos protocolos que hablan de la necesidad de que la mujer que aborta sea atendida en todo momento por profesionales de ginecología, médico o matrona, y que tengan parto asistido en un paritorio, y no en la habitación de ingreso.

La Xunta ofrece a las mujeres trasladarse a una clínica privada de Madrid con cargo a la administración sanitaria si quieren tener garantizada asistencia médica en otras condiciones.