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Zona Press, por Carlos Mirás Avalos

El rookie, el MVP, el nuevo fichaje, la Copa y el Amics Castelló

A Coruña

No sé cómo calificaríais vosotros la que está siendo la primera temporada de Zach Monaghan como jugador de baloncesto profesional. Supongo que todo dependerá de las expectativas que cada uno tuviese sobre el rendimiento del joven jugador de Minnesota antes de inciar la competición. Personalmente, creo que el talentoso base ha encajado a la perfección en el seno de una plantilla joven y con ganas de hacer pasar un buen rato a la afición. Su juego ha ido evolucionando, puliéndose, desde un arranque plagado de dudas hasta asentarse como una pieza clave en la buena racha de resultados del equipo naranja.

No debemos olvidar que Zach Monagan tiene tan solo 22 años, que juega por primera vez fuera de su país y que esta es la primera vez que lo hace por dinero. Natural que en sus primeras actuaciones cometiese errores, errores graves en momentos delicados que costaron alguna que otra derrota.

Su entrenador, Tito Díaz, es uno de los principales responsables del progreso experimentado por Monaghan. Díaz, consciente del talento innato del americano, nunca le retiró la confianza, más bien al contrario, sabiendo de su inexperiencia, de su inseguridad en los momentos más difíciles, optó por dejarlo sobre el parqué en la recta final de los partidos, pensando, me imagino, que de los errores sufridos en sus propias carnes aprendería, saldría más fuerte, como así ha sido.

En los últimos dos partidos del Leyma Básquet Coruña, tras la lesión de Ángel Hernández, han aumentado los minutos que Monaghan ha estado en pista (más de 28 minutos de media en las dos últimas citas). El americano ha alternado minutos de base y de escolta, dejando un poco de lado la creación (en Burgos no repartió ni un solo pase de canasta) para centrarse más en la faceta anotadora. Frente a Palma Air Europa y C.B. Miraflores, se convirtió en la principal referencia ofensiva del conjunto coruñés al intentar un total de 23 tiros de campo, por delante de los 21 tiros que lanzó Jesús Castro o los 19 de Burjanadze y Olmos. Ante los baleares y castellanos, Zach Monaghan anotó, respectivamente, 22 y 15 puntos, con una serie total de 8/13 en triples, lo que supone un más que notable 61.5% de acierto (antes de la cita en Riazor frente a Palma, su porcentaje en triples no alcanzaba el 30%).

Por lo visto hasta el momento, me atrevo a hacer una radiografía con las debilidades y fortalezas del base del Leyma Básquet Coruña.

No cabe duda de que si algo caracteriza al juego de Zach Monaghan es la velocidad, el atrevimiento, el desparpajo, la verticalidad. El base del Leyma Básquet Coruña suele buscar el aro rival de la manera más directa posible, corriendo la cancha con premura y buscando el pase de canasta directo o un lanzamiento rápido. No tiene miedo de penetrar en la zona chocando con el pívot rival, aunque no siempre sale victorioso. Un ejemplo claro de lo que cuento, lo vimos en el partido que enfrentó a los coruñeses con el Ourense Provincia Termal en Riazor, hace unas semanas, donde Monaghan se estrelló en varias penetraciones suicidas contra un muro llamado Kyle Rowley, aunque no por ello dejó de intentarlo, lo que es otra de sus mayores virtudes: Monaghan ha demostrado ser capaz de reponerse/olvidar errores de una manera tan vertiginosa como la que se desplaza por el parqué.

Monaghan llegó a la LEB Oro con fama de gran pasador y ha dejado muestras de poseer una gran visión de juego desde su primer día en España, destacando su conexión con el pívot Sergio Olmos, conexión que suele dejar acciones espectaculares para el espectador.

Es además un jugador de rachas en el lanzamiento. Alterna partidos (como los dos últimos) en los que el aro parece hacerse grande como una piscina con otros en los que le cuesta encontrar el acierto.

Una de las características de su estilo de juego consiste en la asunción de riesgos (lanzamientos precipitados, pases imposibles...) a veces inútiles que originan pérdidas de balón no forzadas. Estos riesgos son asumidos con naturalidad por el cuerpo técnico y los compañeros, pues la seña de identidad del Leyma Básquet Coruña de esta temporada es, como sabéis, la velocidad y, en ocasiones, hay que pagar el precio de pérdidas de balón para dotar al partido del ritmo más favorable a los intereses del equipo. Su toma de decisiones, por tanto, no es siempre la mejor; como es lógico, le falta experiencia y pausa para leer el juego y acertar con la situación más ventajosa para el equipo.

Esa falta de pausa la vislumbramos también cada vez que acude a la línea de personal. A pesar de haber demostrado que tiene una buena muñeca, Monaghan presenta un porcentaje de acierto en el lanzamiento de los tiros libres inaceptable a estos niveles (64.2%). Me atrevo a asegurar que la causa de un porcentaje tan pobre es la precipitación, la falta de concentración, pues Monaghan apenas se toma un par de segundos antes de cada lanzamiento.

Aunque ha ido mejorando en las últimas fechas, Monaghan está sufriendo mucho en la defensa uno contra uno y del pick and roll ante bases rápidos e incisivos, le cuesta pasar bloqueos y recuperar la posición cuando arriesga para interceptar un pase. Y es que el de Minesotta asume muchos riesgos también en defensa, se muestra muy activo y agresivo en líneas de pase, siempre con la intención de provocar una pérdida rival y salir al contrataque. En la defensa zonal no es extraño verle pequeñas lagunas en forma de despistes, si bien se percibe que es un aspecto que se ha trabajado en cada entrenamiento.

Con la incorporación al equipo de un alero de perfil anotador como el dominicano Dago Peña, es probable que volvamos a ver la versión más directora de Monaghan, aunque a mí el combo anotador de las últimas jornadas me ha dejado una muy grata impresión.

Peña podría debutar el próximo domingo en el partido que enfrentará al Leyma Básquet Coruña con el Amics Castelló, un duelo que a priori tiene todos los ingredientes para ser un espectáculo la mar de entretenido para el espectador. En Riazor se medirán los dos mejores ataques de la categoría (los castellonenses promedian 81.9 puntos por encuentro, los coruñeses anotan 80.2), dos conjuntos que juegan vistoso y al ataque y que en la actualidad tienen el mismo balance en la clasificación: el Leyma Básquet Coruña es quinto con once victorias y diez derrotas, mientras que el Amics Castelló ocupa la octava plaza con idéntico récord. La igualdad parece garantizada.

El partido de ida ya se resolvió por la mínima. Un Leyma Básquet Coruña muy diferente al actual plantó cara al que estaba siendo equipo revelación de la LEB Oro y cayó por un solo punto (79-78) en un partido en el que lo tuvo todo de cara (llegó al descanso con una renta favorable de 14 puntos que no supo administrar) pero que no supo cerrar. Aquel día, la dupla formada por Beqa Burjanadze (con 33 puntos y 9 rebotes logró la primera de sus cuatro nominaciones como MVP de la temporada) y Sergio Olmos firmó una actuación memorable (entre los dos consiguieron 61 créditos de valoración de los 71 que sumó todo el equipo) pero no fue suficiente para sumar una tan necesaria, por aquel entonces, victoria.

Las rápidas transiciones, los puntos y el espectáculo parecen garantizados en un duelo que se celebrará el mismo fin de semana que se juega la Copa del Rey en nuestra ciudad. Esperemos que el ambiente ACB no "despiste" a los jugadores del Leyma Básquet Coruña. Hace unas semanas sonaban cantos de sirena desde Fuenlabrada, rumores que situaban a Beqa Burjanadze en el radar del equipo de esta ciudad madrileña. El Fuenla estará en la Copa, así que creo que es una buena oportunidad para que Beqa se luzca ante los ojos de sus "pretendientes", pues seguro que algún ojeador de la máxima competición española se dejará caer por las gradas del Palacio de los Deportes de Riazor. ¿Repetirá el MVP que consiguió en la primera vuelta frente a este mismo rival?

 
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