Gran parte de la izquierda resuelve el futuro urbanístico de Gijón

Gijón

El próximo martes el primer paso hacia un nuevo Plan General de Ordenación será una realidad con la aprobación del mismo. Este jueves Xixón Si Puede ha anunciado el sí al PGO con lo que el desenlace queda aclarado. El concejal David Alonso ha apuntado que se incluyen la mayoría de sus reivindicaciones como la inclusión de aparcamientos de intercambio o la delimitación de zonas ambientalmente protegidas.

El equipo de gobierno ya había logrado los primeros apoyos a través de los dos concejales de Izquierda Unida. La coalición ha logrado un documento con cinco compromisos donde destaca especialmente un paquete de 200 millones de euros destinados a la rehabilitación de viviendas y barrios degradados. Serán 20 millones anuales hasta 2028 que buscan, ha dicho su portavoz, dotar al Plan general de alma. Aurelio Martin ha señalado que el actual documento es más sostenible que todos los anteriores y su aprobación definitiva queda pendiente de una asamblea de los militantes el próximo lunes. Todo en una rueda de prensa conjunta junto a un satisfecho concejal de urbanismo Fernando Couto que ya mostraba su confianza.

En el Partido Popular no se han mostrado entusiasmados con un documento en el que hay aspectos que no comparten aunque sí han anunciado que no serán un obstáculo para que salga adelante. El concejal Pablo González sólo deja en el aire si votarán a favor o se abstendrán.

Con esta radiografía y conocido el voto a favor de Ciudadanos, el PSOE se queda sólo. Desde el principal grupo de la oposición siguen sin querer desvelar el sentido de su voto alegando que se trata de un amplio documento que deben estudiar bien. La edil Begoña Fernández, eso sí, ha acusado al gobierno de mentir. ¿La razón? No se mantiene el uso industrial en Naval Gijón y Armón y en la zona de Cabueñes se construirán cuatro carriles. Fernández lamenta que el documento, que no puede ser facilitado a los medios debido a un acuerdo de confidencialidad que se ha obligado a firmar a todas las partes, diga una cosa y el gobierno públicamente cuente otra. Está orientado, ha argumentado, a que las empresas se deslocalicen.