Una tesis doctoral rescata la vida del periodista onubense José Ponce Bernal

Huelva

Unas ilustradas postales de un padre a su hija desde una prisión de Almería valieron para sacar a la luz la apasionante vida y obra de un onubense hasta ahora desconocido. José Ponce Bernal, intelectual, político y periodista de vocación, hecho a si mismo y comprometido con la sociedad en la que tocó vivir -finales del XIX y principios del s.XX- renace hoy, gracias al profundo trabajo de investigación desarrollado por su nieta la Doctora Felicidad Mendoza Ponce. Un estudio que le ha valido para descubrir parte de su propia historia familiar desconocida hasta entonces. Durante la investigación, marcada por la objetividad y el rigor científico, Felicidad Mendoza ha encontrado a un hombre de Huelva profundamente enamorado de su tierra, cercano a los problemas de su tiempo y comprometido con su ciudad y con su gente.

José Ponce Bernal, el protagonista de esta historia, fue un luchador nato que se sirvió de su pasión periodística para denunciar las injusticias sociales de una época confusa y ciertamente cambiante. Procedente de familia muy humilde, se hizo a sí mismo en la profesión, logrando escribir en los diarios más destacados de la época. Por ejemplo, La Provincia, El Defensor o Diario de Huelva, entre otros. Lo que empezó con crónicas deportivas bajo el pseudónimo "blanquiazul" se desarrolló en artículos de opinión y un vuelco hacía el análisis de la actualidad. Leer sus escritos nos permite ver con claridad cómo era la Huelva de los años 30.

Pero José Ponce Bernal fue, además, un político de a pie, cercano y comprometido con los más desfavorecidos. Siempre luchó por sus ideales y así lo demostró. No se escondió de nada, ni de nadie. Incluso, nos cuenta su nieta, que salió al balcón del gobierno Civil en Huelva cuando se proclamó la II República y alentó con su discurso a las muchas personas que allí se congregaban. Entendió, entonces, que la política le sería un instrumento muy útil para acabar, o al menos intertarlo, con las desigualdades sociales.

Los últimos años de la vida de José Ponce Bernal se tiñen de dolor, el que le causa separase de su familia para emigrar a Madrid en busca de trabajo que le de sustento a su mujer e hijos. Eso después del fallecimiento de su padre en 1934, lo que le marcó profundamente. Fue preso político y con el estallido de la Guerra Civil intentó exiliarse, pero no lo logró. Y fue encarcelado en la prisión de Almería desde donde escribía postales a su familia, especialmente a su hija Felicidad. Unas postales llenas de sentimiento dulcemente desgarrador, pero real que más que una conexión con sus seres queridos eran las crónicas de su día a día y las ganas ilusionantes de volver a casa. Eran postales ilustradas, en forma de cuentos maravillosos que llenaron de sueños a una pequeña hija, que aunque no volvió a ver a su padre nunca jamás, le matiene vivo en su memoria y en su corazón. Un corazón que hoy reabre su nieta Felicidad Mendoza Ponce cuando su madre le cuenta de aquel maravillos tesoro de sus postales.

TESIS DOCTORAL

Felicidad Mendoza Ponce presentó su Tesis Doctoral titulada "Biografía personal, profesional, intelectual y política del periodista José Ponce Bernal" (Huelva 1898 - Madrid 1940), el pasado 5 de Febrero en la Universidad Complutense de Madrid obteniendo la calificación máxima de sobresaliente cum Laude.