L’Alcora, viaje a la cerámica real

Valencia

POR ANTONIO MARTÍN

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En torno a la cerámica procedente de la Real Fábrica del Conde de Aranda, que tuvo su máximo esplendor en el siglo XVIII, se articula la oferta del Museo de la Cerámica de l’Alcora. Allí  se exhiben muestras de la artesanía alfarera local con más de 500 años de tradición, junto a piezas contemporáneas en una exposición de más de 800 metros cuadrados y más de 1.000 obras.   También se ofrecen   talleres, demostraciones para grupos y se pueden adquirir bonitas muestras. Existe además la posibilidad de realizar una ruta de la cerámica por el municipio.

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Un tranquilo recorrido por el casco antiguo de l’Alcora también nos permite descubrir rincones históricos y entrañables como el Paseo de “Baix la Vila”, el portal de Verdera el de Marco  y la torre del Repés del antiguo recinto amurallado, la Reixa de la Vila, la Casa de la Música que fue antiguo Ayuntamiento medieval, la iglesia de la Asunción con elementos góticos y renacentistas en la fachada lateral, el monumento cerámico al Tambor y Bombo de Semana Santa, murales cerámicos, o la capilla de Marco con azulejería barroca del siglo XVIII.

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En lo más alto de la población se encuentra el Calvario, con fachada de azulejos dedicada a la Crucifixión, y en los alrededores se levantan las ermitas de San Cristóbal, San Vicente y el Salvador, y junto a esta última, el castillo de l’Alcalatén, de origen árabe que da nombre a la comarca.

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Otros lugares atractivos son las termas romanas de Santa y los núcleos de población de Araia, en un bello entorno natural, y la Foia con una iglesia que conserva un pavimento de azulejos de la Real Fábrica.

El término municipal de l’Alcora, con una variada orografía y espacios naturales, permite la práctica del senderismo, con rutas señalizadas como la de las ermitas (PR- CV120), la del Patrimonio (PR- CV135) y el sendero local (SL-CV90) y recorridos que incluso alcanzan hasta el macizo de Penyagolosa  de 1.813 metros de altitud.

La oferta de deportes de aventura para realizar con amigos o en familia, en el entorno del pantano de l’Alcora incluye kayak, paseos a caballo, tiro con arco, tirolina, miniquads, barranquismo, espeleología o vías ferratas.

 GASTRONOMÍA

Estas tierras no muy lejanas del Mediterráneo combinan en su gastronomía productos del mar y la montaña. Paellas y arroces, carnes como el cordero autóctono y pescados a la brasa se suman a elaboraciones suculentas como las patatas a la alcorina, la olleta de cardets de Cuaresma, ajoarriero, conejo o liebre con caracoles o tombet de carne. La tapa más típica es el caracol, combinada con el mostillo y la cerveza artesana, Montmirà, de antigua receta y variedad de sabores como miel, romero y jengibre.

Entre los postres hay que probar el prim de San Antonio, una torta a base de harina, azúcar, aceite y aguardiente , el rotllo del Lunes de Pascua y la Mona, la coca fullà y les figues albardades.