‘Transporte Público’

Algeciras

Nací en Algeciras y mis vínculos familiares están en diferentes localidades del Campo de Gibraltar. Pero he tenido la suerte de vivir en otras ciudades, y poder hacer odiosas comparaciones, entre ellas, relacionadas con el sistema público de transportes. En Algeciras o en La Línea, ciudades que conozco bien, el funcionamiento de los autobuses es terrible. No sólo por el tiempo que tardan en pasar los vehículos, sino por las líneas o la puntualidad. Parecen sistemas a medio hacer. Y el problema que tienen las cosas a medio hacer es que no cumplen la finalidad a la que deben su razón de ser.

Creo que el transporte público debería ser una de las prioridades en los programas electorales locales, ya que un buen sistema de movilidad, que también incluya espacios para las bicicletas o facilidades para poder caminar de un lugar a otro, hace que las poblaciones sean más eficientes y sus habitantes, por tanto, más felices.

La reducción de los coches que circulan diariamente debe ser también una tarea preferente. Las vías públicas están repletas de coches que no sólo emiten toneladas de gases contaminantes a la atmósfera, sino que ensucian edificios, generan ruidos y provocan bastante estrés en las horas de mayor densidad de tráfico.

Pero, ¿qué remedio queda a los campogibraltareños? Pueden elegir entre perder tiempo teniendo que coger autobuses que pasan cada media hora —en el mejor de los casos— y llegar, como consecuencia, o muy pronto o muy tarde a todas partes, o ir en coche. Y para personas que ya tienen que desplazarse a otros municipios para trabajar, la tarea se complica. Es cierto que algunas industrias tienen sus propios autobuses para empleados, pero no los hay en todas, ni los autobuses interurbanos llevan, lógicamente, a la puerta de todas las empresas del Campo de Gibraltar.

La solución al sistema público de transportes en la comarca puede ser complicada. Pero hay que ponerse las pilas y buscar soluciones, por un lado, razonables y, por otro, lo suficientemente ambiciosas como para otorgar a esta comarca y sus ciudadanos un servicio de calidad. Y no vale decir que no se debe mejorar porque apenas gente lo utiliza, ya que si no se usa más es porque el sistema no es lo suficientemente bueno ni ventajoso para la mayoría. La solución no es, ahora mismo, comenzar la construcción de un sistema de metro que conecte todo el Campo de Gibraltar. Sería una bonita y costosa utopía para el tiempo presente. Pero, desde luego, algo hay que hacer. Y ya no valen los parches, la solución debe estar a la altura de lo que los campogibraltareños necesitamos.