Efímero y seductor

Madrid

Madrid se ha convertido en los últimos años en un hervidero de 'pop ups', esas tiendas o eventos temporales que ofrecen a pequeños empresarios, nuevos diseñadores o comerciantes en proceso de reinvención una oportunidad para dar a conocer lo que hacen y vender su producto sin realizar una gran inversión y corriendo un riesgo relativo.

Este fenómeno ha llegado prácticamente a todos los ámbitos: Artesanía, moda, bisutería, muebles, artículos vintage... e incluso la comida, en las llamadas food trucks han encontrado su espacio en este tipo de eventos.

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Madrid reúne cada mes decenas de mercadillos que dan cabida a todo tipo de negocios. Sus participantes comparten el objetivo de abrirse camino en este nuevo modelo de negocio, compatible también con la venta on line, las redes sociales o las tiendas físicas.

Tantas opciones como ideas

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Almudena Díez es la fundadora de La ventana de la Cebada, un espacio de 6 metros cuadrados en pleno corazón de La Latina que cada semana se convierte en el escaparate de un negocio diferente. "Pretendemos que sea un lienzo en blanco para que puedan plasmar la personalidad de su tienda durante una semana", explica.

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Entre los múltiples eventos de estos días, se encuentra El Chic Pop Up, ubicado en la calle Claudio Coello, 53. Una de sus socias, Rocío Padura, tras varios años en la organización de este mercadillo asegura que "aunque las ventas sean el fin último, El chic busca la experiencia en familia, con añadidos como la zona chill out, un stand comida o música en directo". 

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Y entre tanta iniciativa efímera, Alberto Losada, de la consultora Ocio Dinámico, es el responsable de una web, www.popupsmadrid.es, que intenta aglutinar las principales citas que coinciden en la ciudad, con una firme intención: "Animar a las personas a que se prueben como empresarios". Sobre la clave para seleccionar los pop ups en los que participar, recomienda informarse sobre la trayectoria y experiencia del organizador.

Todos coinciden en que las 'pop ups' han venido para quedarse y en que toda buena idea ha de testarse en una de estas experiencias efímeras antes de lanzarse al gran público.