"Nos dijeron que la única pega era que no podíamos ingresar en nuestra cuenta los billetes de 500"

Valencia

 "Nos dijeron que la única pega era que nos pagarían en billetes de 500 y que no podíamos ingresarlos en cuenta bajo ningún concepto". Así describe Arantxa Martí, una de las exasesoras del PP que ha declarado como testigo en el marco de la operación Taula, en declaraciones a la Cadena SER y por primera vez en un medio de comunicación, cómo le pidieron a ella que participase en la presunta trama de blanqueo de dinero en el Ayuntamiento de Valencia.

Fue un 23 de marzo por la mañana, una semana después de la marcha de su jefe del consistorio, el exvicealcalde Alfonso Grau, tras ser procesado por Noos. Martí asegura que un asesor de alcaldía se personó en su despacho y allí les explicó a ella y a otros dos asesores más que, por instrucción de Mari Carmen García Fuster, debían hacer la aportación de mil euros en una cuenta bancaria que se les entregó a cada uno de ellos. Esos mil euros serían devueltos al dia siguiente en dos billetes de 500 con "la única pega" de que no podían ingresarlo en ninguna cuenta personal para no despertar sospechas.

 Ante esta situación, explica Martí, los tres asesores allí presentes se negaron a realizar el ingreso porque "a cualquiera que le hagan una propuesta así le huele mal". La exasesora añade que estaba claro que ese dinero era "de procedencia extraña" y relacionado con un "tema delictivo".

 La exasesora reconoce que en el ofrecimiento de ingresar los mil euros estaba implícita su continuidad en el equipo del PP, pero aclara que aunque tuviesen garantizada esa continuidad nunca habrían aceptado entrar en el juego. Martí lamenta además que se haya insinuado que ellos han denunciado el blanqueo de dinero por resentimiento porque, afirma, "eso es un insulto a la inteligencia".

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