Día espléndido con imágenes para el recuerdo

Granada

El Viernes Santo de Granada se inició, como manda la tradición, con el rezo de las tres de la tarde en el Campo del Príncipe junto a las hermandades de la Humildad y de los Favores. Este fue el preludio a una tarde intensa en el que las cinco hermandades del día brillaron notablemente, ofreciendo instantáneas notables en el transcurso de sus respectivas estaciones de penitencia.

El Cristo de la Misericordia en el interior de la Catedral de Granada después de haber presidido los oficios religiosos de la adoración de la cruz aportó imágenes históricas al paso de las cofradías del día por la seo metropolitana. Especialmente emocionante fue el momento en el que la imagen de la Virgen de la Misericordia coronada pasó ante la réplica del crucificado de José de Mora.

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Los cortejos de las cinco hermandades del Viernes Santo destacaron también por sus cortejos, aunque unos por cantidad y otros por escasez. Sin embargo sobresalió, por encima de todo, la calidad del exorno floral de los titulares de esta jornada así como el acompañamiento musical del Cristo de los Favores, el de la Virgen del Mayor Dolor y el repertorio fúnebre de la Virgen de la Soledad en los momentos cruciales de su estación de penitencia.

Fueron protagonistas del Viernes Santo dos importantes estrenos, uno de manos de la cofradía de los Escolapios, con los últimos trabajos de dorado del paso del Cristo de la Expiración, a falta de las esquinas del respiradero, presentadas en bol; y la estética renovada del Cristo de la Buena Muerte después de la profunda intervención a la que ha sido sometida en los últimos meses, ofreciéndonos una imagen de este crucificado mucho más dulce en su anatomía, con una policromía más naturalista y una presencia mucho más esbelta y armónica gracias a la nueva cruz arbórea con la que se presentó.