"Me visto de payasa y los niños se me echan encima"

Bilbao

Ha cogido su maleta y, sin pensárselo dos veces, ha viajado hasta El Pireo, donde pasará las próximas dos semanas. Sus vacaciones las dedicará a ayudar en el puerto de esta ciudad del sudoeste de Grecia. Nerea Sáenz de la Fuente es de Vitoria-Gasteiz y, entre otras muchas cosas, en payasa. Por eso, se está dedicando a entretener a los miles de niños refugiados. "Cuando me visto de payasa con mi nariz coloreada se me echan todos los niños encima", afirma Nerea. Además, también trabaja en el registro de tiendas.  "Hay buena organización aquí", asegura, "pero no quieren refugiados cuando llegan los turistas". Nerea está gratamente sorprendida por la solidaridad de la gente. Ha abierto un número de cuenta y las aportaciones están siendo muy cuantiosas.

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Algo parecido está viviendo Patricia Ponce, de San Sebastián. Ella, junto a una compañera, ha viajado hasta Idomeni a "echar una mano en lo que se pueda". Se quedará hasta el día 23 de abril. Están trabajando en el mayor campamento de refugiados de Grecia, "donde malviven 12000 personas". "Contarlo es una cosa, verlo otra", sostiene. "La comida es escasa, no alcanzan tantas bocas para tanto estómago vacío. Horas y horas de colas para una ración que no mata el hambre, porque el sueño de cruzar está muy vivo", explica Patricia. "Estamos hechas polvo viendo hombres sin piernas por las bombas en Siria y mujeres que han perdido la fe y ruegan que no les dejemos así".