La Xunta, acusada de homicidio por retrasar los fármacos de la hepatitis C

Santiago de Compostela

La Fiscalía acusa a dos altos cargos de la Consellería de Sanidade de un delito de homicidio imprudente por retrasar los fármacos de la hepatitis C debido a "razones presupuestarias" y no médicas, lo que habría supuesto la muerte de seis pacientes. Pero esto podría ser sólo la punta del iceberg; ya en enero —cuando se inició la investigación—, la Asociación Galega de Afectados elevaba la cifra de fallecidos por falta de medicamentos a 120 personas.

Según informa eldiario.es, los acusados son el que era director de Asistencia Sanitaria de la Xunta, Félix Rubial Bernárdez, y a la subdirectora xeral de Farmacia, Carolina González-Criado Mateo. Los dos han sido citados a declarar el próximo 28 de abril en los juzgados de Santiago; se les achaca, además, un supuesto delito de prevaricación. Rubial fue nombrado hace justo un año gerente del área sanitaria de Vigo en plena polémica por la puesta en marcha del Hospital Álvaro Cunqueiro. Los sindicatos lo consideraban ya entonces "responsable de los recortes y la privatización" del servicio.

El auto, que abre la primera causa penal contra una administración por la dilación en los medicamentos de hepatitis C, indica que Rubial y González-Criado incumplieron los criterios que la propia Xunta había establecido para sufragar los tratamientos a los enfermos más graves mientras se negociaba un acuerdo global con las empresas farmacéuticas para universalizar su uso en la sanidad pública. Las demoras, según el fiscal, llegaron "al punto de poner en grave riesgo la vida de los pacientes con resultado de muerte en alguno de los supuestos". El colectivo médico Batas Blancas —que interpuso la denuncia que dio pie a la investigación de la Fiscalía— estima que, antes del acuerdo, el coste del tratamiento "completo" rondaba los 25.000 euros.

La denuncia de la Fiscalía incluye las historias clínicas de seis enfermos de hepatitis C que murieron en Galicia entre 2014 y 2015 y a los que la Xunta negó o retrasó los tratamientos contra el criterio de los médicos y del propio protocolo establecido por la Consellería de Sanidade. Uno de ellos, tras una carta "amenazante" de los facultativos a la ex conselleira Rocío Mosquera, consiguió activar la medicación. Eso, dice Batas Blancas, fue lo que le salvó la vida.