Esta semana leemos: 'El misterio de la cripta embrujada'
Olga Muñoz recomienda la lectura de la primera novela de Eduardo Mendoza en la que aparece uno de sus personajes más peculiares, el detective sin nombre que ha protagonizado hasta cinco novelas del escritor barcelonés
Cuenca
En nuestra sección de libros recomendamos la lectura (o relectura para algunos) de 'El misterio de la cripta embrujada' de Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943), publicada en 1979. Es la primera vez que aparece en escena el singular detective sin nombre que empieza a vivir sus aventuras por los barrios más costumbristas de la Barcelona de la Transición. Sus peripecias continuaron en otras novelas posteriores, pero este libro nos presenta por primera vez a algunos personajes que ya son contidianos para los lectores de los libros de Mendoza, el comisario Flores, la hermana prostituta del protagonista y toda una fauna de personajes a cual más peculiar y que se atraviesan, para bien o para mal, en la vida del anónimo protagonista.
Esta semana leemos 'El laberinto de la cripta embrujada'
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El comentario de Olga Muñoz
La característica principal de la novela es el humor paródico que Mendoza lleva al extremo. De hecho, a pesar del título, es más un texto humorístico que una novela de misterio y él mismo reconoce en el prólogo que lo escribió como un divertimento, en tan solo una semana y sin mucha planificación. Estaba bloqueado escribiendo lo que luego sería 'La ciudad de los prodigios' y se decidió a escribir “lo primero que se me pasara por la cabeza, por pura diversión”.
El protagonista es un loco que sacan de un sanatorio mental para realizar una misión. Como pasa en algunas películas posteriores hay un policía, en este caso el comisario Flores, que le propone la libertad a cambio de sus servicios para resolver un caso: la desaparición de una niña interna en el colegio de monjas. Hay que aclarar que este protagonista estaba en el psiquiátrico cumpliendo condena -en lugar de haber ido a la cárcel- por una carrera delictiva muy completa; pero hacía tiempo que el director alertaba de que se encontraba sano y en condiciones de salir. Desde el principio nos presenta a un cuerdo-loco, del que no sabemos si realmente finge o no.
Comienza a investigar por su cuenta y se ve envuelto en la muerte de un cliente de su hermana, que es prostituta. Así que este detective improvisado, sin ninguna formación para ello, se verá envuelto en toda clase de percances de los que va consiguiendo salir gracias a su picaresca y su desfachatez. Va recabando información tanto de los bajos fondos como de las clases adineradas que llevan a sus hijas al internado, siempre con la Barcelona nocturna como telón de fondo.
Este personaje, estrafalario, imprevisible, que es un delincuente y además no tiene cultura se expresa de una forma grandilocuente, rebuscada. Resulta cargante, anticuado, pero el mundo que se encuentra es igualmente grotesco y ridículo, hay una crítica constante a los excesos del poder (políticos, Iglesia, clases altas) en esta España de la transición a la Democracia.
El estilo nos resulta quizá demasiado artificioso, la manera de resolver la trama tiene también sus pegas y, como reconoce el autor, solo tiene sentido en un contexto local y en un momento muy concreto de nuestra historia. Pero la novela sigue gustando, quizá porque refleja no solo un momento concreto sino un estado de ánimo esperanzado un punto escéptico con el que resulta fácil identificarse.
Sus puntos fuertes son los diálogos, el humor absurdo y la ironía con la que repasa todo el panorama social de una época. Y cómo no, este loco-cuerdo con el que se hace este repaso que tan buenos resultados ha dado en la historia de la Literatura.
Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy Cuenca. Periodista y locutor conquense que ha desarrollado...