Visto para sentencia el juicio contra el exdirector de Salesianos
Las partes han presentado sus conclusiones, tras once días de toma de declaración
Cádiz
El fiscal Florencio Espeso, encargado de la acusación pública contra el exdirector de Salesianos Cádiz, Francisco Javier López Luna, estima en sus conclusiones finales tras el juicio por supuestos abusos sexuales a menores que se ha desarrollado en la Audiencia Provincial de Cádiz que tras los juegos violentos del exdirector de Salesianos Cádiz se escondía “sadismo sexual” y “ánimo libidinoso”.
En su exposición, el fiscal ha confirmado su petición de pena para López Luna: 38 años de prisión por 12 delitos de abusos sexuales, si bien ha planteado la posibilidad de que, en caso de que no se estime este extremo, se considere que las prácticas del sacerdote han incurrido en un delito contra la integridad moral de los niños, quienes eran sometidos a los “cates, palizas”, abrazos con excesiva intensidad llamados “el abrazo del oso” y, en ocasiones más aisladas, a otro juego que consistía en “tirar de los genitales a los menores”.
Los alumnos acudían voluntariamente al despacho del director a ser sometidos a estas prácticas en virtud de un “sistema de créditos” inventado por López Luna, que permitía a estos alumnos faltar a determinadas clases si se sometían “a un curro”, denominación que recibían por parte del director estas prácticas. Cada “curro” se computaba por un crédito, que es lo que “costaba” una falta a clase. También podían canjearse “curros” por chucherías.
Por estos hechos, que saltaron a la luz pública en 2013 tras la denuncia de un menor, al exdirector de Salesianos Cádiz se le imputan una docena de delitos de abusos sexuales a menores que cursaban 1º y 2º de ESO.
Lo que tanto acusación particular como acusación pública y la defensa considera probado es que el exdirector de Salesianos jugaba en los términos arriba referidos con los alumnos. No obstante, en lo que difieren acusaciones y la defensa es en la interpretación de esas prácticas.
Para la Fiscalía y la acusación particular esos juegos violentos del exdirector de Salesianos Cádiz no respondían a ninguna terapia pedagógica y solo se entendían en un contexto de abusos sexuales. Las acusaciones coinciden en señalar que existía “ánimo libinidoso” por parte del exdirector de Salesianos.
Ésta es la misma tesis que defiende uno de los padres de las supuestas víctimas, que confía en que el exdirector de Salesianos pague por lo que, según dice, ha hecho sufrir a su hijo.
Sin embargo, la defensa estima que la acusación a Francisco Javier López Luna puede tener encaje desde el punto de vista pedagógico, pero no desde un punto de vista penal.
El abogado de la defensa, Manuel Montaño, asegura que “no hay ni un sólo testimonio” contra el exdirector de Salesianos que “se ajuste a los criterios de veracidad que marca el Tribunal Supremo”. En esta línea, añade que los niños tienen opiniones “fluctuantes” y son “cambiantes” en sus apreciaciones, y que de hecho han modificado su discurso sobre los hechos progresivamente, algunos en hasta tres ocasiones.
Además, recalca que los juegos violentos del exdirector de Salesianos Cádiz eran “bromas” y “chanzas” que se hacían en un contexto de “amistad y confianza” con los alumnos, “que acudían de forma voluntaria al despacho del exdirector”. “Había colas para entrar”, ha llegado a enfatizar.
La defensa también ha incidido en que “no existe ninguna prueba” más allá del testimonio de los menores que “acredite” que existieron abusos sexuales por parte del exdirector de Salesianos, tal y como mantienen las acusaciones.