“Sin prejuicios”

Valencia

Le ha vuelto a pasar. El arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, después de atacar con toda dureza al colectivo LGTBI se considera ahora "injustamente tratado" tras el aluvión de críticas, incluida una posible denuncia por incitación al odio. Le ocurrió lo mismo cuando habló de los refugiados diciendo con desprecio que "igual no eran todos trigo limpio".

Ahora vuelve con el mismo cuento asegurando que se han malinterpretado sus palabras.

Sus reflexiones no dejan lugar a dudas. Están grabadas en el primer caso, y en el segundo se pueden leer en la página web del arzobispado. Me pregunto qué puede pasar por la mente de un alto representante de la Iglesia para lanzar la piedra y luego esconder la mano. Para escandalizarse de las reacciones de una sociedad que sí, avanza, gracias a Dios. Y quiero pensar que sus palabras, esta actitud que nada tiene que ver con la postura del Papa Francisco, son fruto del desconocimiento de nuestra sociedad y no de la mala fe. Quiero pensar. Pero me cuesta.