La Audiencia reabre el caso Alvia para investigar el riesgo de accidente en la curva de A Grandeira
El juzgado debe seguir investigando para aclarar dudas que han dejado las pruebas periciales
El siniestro, ocurrido el 24 de julio de 2013, se cobró la vida de 80 personas
Santiago de Compostela
La Audiencia Provincial de A Coruña ha ordenado reabrir la instrucción del accidente de un tren Alvia en Santiago para "aclarar diversos extremos" expuestos en las periciales practicadas, que incidían en deficiencias de seguridad en la vía, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Galicia.
De la causa entiende el juzgado de instrucción número tres de Santiago, al frente del cual está ahora el magistrado Andrés Lago Louro, y que había cerrado la investigación con el maquinista de ese convoy, Francisco José Garzón Amo, como único imputado por el siniestro que el 24 de julio de 2013 se cobró la vida de 80 personas y causó más de un centenar de heridos.
Como conclusión, el auto de la Sala sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña afirma que "debe entenderse que subsisten indicios, no suficientemente desvirtuados, de que existía un riesgo de accidente en la curva de A Grandeira que no fue analizado específicamente".
La Sala ha acordado retrotraer la causa a la fase de diligencias previas porque considera necesario investigar "si ha existido y era normativa y técnicamente necesaria una evaluación integral del riesgo de la línea 082 que tuviera en cuenta la situación de peligro concretamente existente en la curva donde se produjo el accidente", la de A Grandeira, en el barrio compostelano de Angrois.
También ordena indagar sobre la corrección de las evaluaciones de riesgo realizadas en dos de los informes periciales y la determinación del nivel de riesgo resultante en la curva y su aceptabilidad técnica. Pide además que se aclare "la corrección de la exportación de riesgos al maquinista o Renfe en los términos en que fue efectuada".
Los magistrados sostienen en el auto que algunos de los informes periciales permiten sostener la existencia de indicios de que en la curva se producía un riesgo de accidente por error humano de tal intensidad que, de haber sido evaluado, habría impuesto su minoración o eliminación.
Para la sala, existen pruebas de que el método aplicado por ADIF, tanto como pauta general como en el caso investigado, "presenta carencias que determinaron que no se apreciase el riesgo realmente existente y que se transfiriese o exportase al personal de Renfe sin evaluarlo ni adoptar medidas para comprobar que el riesgo se mantenía en niveles tolerables".
Con estos argumentos se justifica la decisión de que continúe la investigación. El juez, Andrés Lago, había finalizado la instrucción con el maquinista como único imputado. Tanto la defensa de Francisco José Garzón como las plataformas de víctimas habían solicitado la reapertura del caso al considerar que se habían vulnerado derechos fundamentales.