Los vecinos de Vall d'Uixò, Vinaròs y Castellon son los que más IBI pagan

Castellón

Vall D'Uixò, Vinaròs y Castellón de la Plana lideran la lista de municipios de la provincia con el gravamen del Impuesto de Bienes Inmueble más elevado. En el lado opuesto se encuentran Vila-real y Benicàssim con el más reducido.

El IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) es uno de los impuestos que recaudan los ayuntamientos y supone una de sus mayores fuentes de ingresos. El importe a pagar se calcula con el valor catastral (dependiente del Ministerio de Hacienda) más un gravamen (porcentaje) que depende de los consistorios. La revisión catastral efectuada en pleno boom inmobiliario en algunos municipios ha supuesto una fuerte subida de los valores de los bienes inmuebles.

Por ello, los propietarios de viviendas, locales comerciales y terrenos deben pagar anualmente este recibo que puede variar cada año según el gravamen aplicada al valor catastral que decida el consistorio.

El concejal de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Vila-real, Francisco Valverde, ha explicado que en los últimos años han podido congelar el impuesto, pero para 2017 han tenido que aumentar un 9 por ciento el IBI por las deudas que ha generado la gestión del Partido popular en el municipio, lo que va a generar un ingreso de 1,8 millones de euros en las arcas públicas. Valverde advierte que la recaudación de este impuesto significa la mitad del presupuesto del consistorio.

Vall d'Uixò presenta el impuesto más elevado de la provincia. En este municipio cada ciudadano debe pagar un 0,86 por ciento de IBI. Le sigue Vinaròs, donde el nuevo gobierno, liderado por Tots Som Vinarós con PSPV y Compromís, ha aumentado el IBI de 0,72 a 0,80 con respecto al último año. No dista mucho el recibo en la capital de La Plana, donde el tipo de IBI alcanza el 0,78%.

En ciudades como Borriana y Onda este impuesto es idéntico con un 0,72% en ambos casos. Por último, otra de las localidades más grandes de la provincia, Almassora, mantiene el IBI de 2015 con un tipo de 0,6% que la sitúa como la tercera ciudad con el recibo más bajo en 2016.