Sociedad
SER SALUDABLE

¿Cómo ayuda la actividad física al desarrollo cerebral?

Descubrimos hasta qué punto el ejercicio mejora nuestras capacidades cognitivas

Valencia

 La ciencia ha demostrado que el ejercicio es bueno para la salud: cardiovascular, ósea y emocional, pero también favorece positivamente a nuestro cerebro.

 En la revisión, The Influence of Exercise on Cognitive Abilities, publicada recientemente en el National Institut of Health se afirma que “la actividad física y la dieta aparecen como estrategias no invasivas y eficaces para contrarrestar los trastornos neurológicos y cognitivos”.

 Entonces, ¿cómo puede mejorar el ejercicio nuestra actividad cerebral? Lucía Hipólito, investigadora y docente del Departamento de Farmacia y Tecnología Farmacéutica de la Universitat de València, explica los beneficios que tiene dejar a un lado el sedentarismo para nuestro desarrollo cognitivo:

 Tendremos un cerebro más “joven”. Si no hacemos ejercicio nuestro cerebro envejecerá antes. El volumen de la materia gris que forma las neuronas del cerebro, irá haciéndose más pequeño conforme cumplimos años. Especialmente, afecta a dos zonas del cerebro que regulan la memoria y los procesos cognitivos: la corteza prefrontal y el hipocampo.

Ayuda a pacientes con patologías neurológicas (Parkinson o alzhéimer). El ejercicio moderado aumenta las capacidades cognitivas.

Favorece la regeneración neuronal. Se ha demostrado con animales a los que se les ha puesto a hacer ejercicio (por ejemplo a los ratones se les ha hecho correr en una rueda), después se ha analizado su tejido cerebral y se ha observado un claro incremento en la génesis de las neuronas, sobre todo en hipocampo, una zona muy importante para la memoria.

Nos hace más felices. El ejercicio físico nos hace sentirnos mejor, ayuda a focalizar y a desarrollar habilidades motoras.

¿Mejora el rendimiento académico? No hay estudios claros en los que se haya estudiado este campo, pero si hay investigaciones en niños que padecen TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad). En este caso sí hay una relación positiva entre la mejora de la atención de éstos pequeños y el ejercicio. Ese efecto es más significativo cuando los niños no se están tratando con fármacos.

Ejercicio aeróbico, el mejor para el desarrollo cerebral. Se ha visto en estudios realizados con animales: a unos se les ponía a hacer ejercicio a aeróbico y a otros entrenamiento intervalado de alta intensidad (HIIT). No desarrolla la misma actividad de protección contra la muerte neuronal que el aeróbico. Además todas las acciones que requieren estrategia (lanzar el balón contra alguien, jugar al pañuelo), desarrollan la actividad intelectual.

Sara Tabares, directora de Performa Entrenadores Personales (www.performa.es)

 
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