Fallece El Lebrijano

Sevilla

En su domicilio, una semana después de haber sido intervenido de un problema cardiaco en Sevilla, el cantaor Juan Peña "El Lebrijano" fallecía esta madrugada a los 75 años de edad.

Familiares, seres queridos, vecinos y representantes de las administraciones públicas están acudiendo a lo largo de esta jornada a la capilla ardiente en su localidad natal, Lebrija, en el Teatro Municipal Juan Bernabé, donde recibirá el último adiós de la gran familia del flamenco y de todo el público que desee rendierle homenaje. Su hija, Ana Peña, ha explicado que, a pesar de las dolencias que padecía, su muerte les ha cogido por sorpresa.

El féretro ha llegado sobre las dos y cuarto de la tarde y, a su entrada a la capilla, ha recibido un sonoro aplauso. Se ha ubicado bajo la imagen de El Lebrijano cantando y está rodeado de familiares y amigos. Poco después, ha abierto la capilla ardiente al resto de personas.

 El Ayuntamiento de Lebrija ha decretado tres días de luto oficial y ha convocado para esta tarde, a las 18 horas, un Pleno Extraordinario y Urgente. 

Cristóbal Ortega, director de la Bienal de Flamenco, califica al Lebrijano como un referente del cante flamenco, conocedor como nadie de este arte y un gran amante de la vida.

Nacido en Lebrija (Sevilla) en 1941, Juan Peña el Lebrijano pertenecía a una familia gitana y cantaora de abolengo, la de Perrate de Utrera. Comenzó muy joven compaginando el cante con el toque de la guitarra, pero a raíz de su triunfo en el concurso de Mairena del Alcor (1964), como cantaor, decidió dedicarse en exclusividad al cante.

En esta disciplina, y pese a ser un buen conocedor del cante ortodoxo, apostó por la innovación en el flamenco incorporando el mundo sinfónico con colaboraciones con la Orquesta Andalusí de Tánger para redescubrir las raíces árabes del flamenco.

Entre los numerosos reconocimientos que logró durante su carrera, en 2014 fue galardonado con el Giraldillo Ciudad de Sevilla de la Bienal de Flamenco. Junto al también desaparecido Enrique Morente, el jurado de la XVIII Bienal quiso reconocer "el carácter extraordinario de sus aportaciones al flamenco a lo largo de sus trayectorias artísticas y a su especial vinculación con la ciudad de Sevilla".