Fiesta doblará su producción
La fábrica de caramelos de Alcalá de Henares, que emplea a 132 personas, aumentará la plantilla a lo largo de los próximos años. Es el hogar de los Kojak, los Lolipop y los Fresquitos.
Alcalá de Henares
Fiesta pretende multiplicar por dos su producción en los próximos cinco años. Se desconoce si ello significará el doble de empleos en la fábrica, pero el director general de la mítica factoría de caramelos de Alcalá de Henares sí confirma que la plantilla aumentará sustancialmente. Lo hará a lo largo de los próximos cinco años, en un plan de expansión de un lustro trazado junto a los nuevos propietarios, Colombina, la multinacional colombiana que adquirió la factoría de los Kojak y los Lolipop por unos 20 millones de euros en marzo.
Las contrataciones ya han comenzado y continuarán en septiembre, una vez culminado el proceso de venta tras el concurso de acreedores. La multinacional sudamericana Colombina adquirió la fábrica en marzo, comprometiéndose a mantener la plantilla y los mismos productos durante los próximos dos años. Parece que el plan de los nuevos propietarios va más allá.
A lo largo del próximo lustro, Fiesta pretende, como mínimo, doblar su producción de caramelos. "Ahora estamos conociéndonos -Colombina y Fiesta-", indica el director general de la fábrica, Agustín Fernández. "Se está plantenado incrementar tanto líneas de producción como de empleo. Es un objetivo bastante agresivo para cinco años. Barajamos la posibilidad de un crecimiento mínimo del doble de lo que tenemos ahora", añade.
"Tenemos muchas ganas, no solo por las cifras, sino por la ayuda social para Alcalá de Henares", apostilla. La fábrica emplea ahora mismo a 132 personas. Fernández no ha especificado una cifra de contrataciones, pero sí queda claro que la plantilla se incrementará. Además, en función de cómo avance el plan de expansión de la compañía, no descarta el desarrollo de nuevos productos, más allá de los Kojak, Lolipop, Piruletas, Fresquitos y regalices.
Así, la compañia afronta un contraste absoluto con el panorama que la fábrica complutense afrontó en 2011, cuando fueron despedidas 106 personas. La empresa acabó cayendo en concurso de acreedores y, a diferencia de lo que suele pasar, las cosas parecen estar arreglándose.