‘Back in black’, el rock que surgió de la tragedia

Fuenlabrada

Las campanas tocan a muerto en el inicio del tercer álbum más vendido de la historia. Los australianos AC/DC se enfrentaban a un reto de vértigo: superar el fallecimiento de uno de los cantantes más carismáticos del heavy metal, Bon Scott. Unos 45 millones de discos después, podemos decir que lo consiguieron.

Brian Johnson se ponía en 1980 al frente de un grupo con unos hermanos Young a la guitarra especialmente inspirados en temas como este ‘Hells Bells’, donde la voz de Johnson se mostraba espectacular. Ya nos habíamos acostumbrado a él en el segundo corte, ‘Shoot to thrill’.

Es imposible no rendirse a temas como este, donde las guitarras están perfectamente acompasadas. El álbum sirvió no solo para rendir un merecido y sentido homenaje a su fallecido vocalista, sino que también les abrió las puertas de la gloria en Estados Unidos. Y es que llevaban tiempo intentando un éxito rotundo en América y no fue hasta este disco cuando consiguieron el cuarto puesto y su consagración mundial.

Seleccionamos el tercer corte con una canción que, como el resto del disco, no es un ejemplo de alta poesía: ‘What do you do for Money honey’. Pero las rimas fáciles eran bien efectivas y conseguían que Johnson se incorporase con garantías a la composición. Otro himno, ahora felizmente recuperado en la etapa actual con Axl Rose como vocalista, era ‘Given the dog a bone’.

Por cierto, no hemos hablado de la portada absolutamente negra y solo con el nombre del grupo y el disco. Sería revolucionaria si los Beatles no hubiesen publicado más de diez años antes el ‘álbum blanco’, pero suponía una muestra de luto por la muerte de Bon Scott. Ah, y si alguno pensaba que su pérdida iba a hacer que AC/DC moderase las formas y el fondo, estaba equivocado. Lo demostraban con temas tan ácidos como este ‘Let me put my love into you’.

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Y así hemos llegado al final de la cara A del disco. Hasta ahora todo marchaba bien, pero le faltaba un pequeño disparo de rock para pasar a la historia de la humanidad. Y lo hicieron con el primer tema de la cara B, ‘Back in Black’, uno de los mejores temas de la historia del rock, donde todos los instrumentos transmiten un poder inigualable.

Cualquier aficionado al rock se ha imaginado a sí mismo tocando el riff inicial de este tema majestuoso… Pero el disco seguía su curso y nos sorprendía con otro buen tema desenfadado que combinaba esa tríada de sexo, drogas y rock and roll: ‘You shook me all night long’, que además fue el primer single del disco.

Estamos sin duda ante uno de los temas más conocidos de los AC/DC y donde se nota la mano de ‘Mutt’ Lange, el productor del álbum, que trabajaba por segunda vez con los australianos tras una corta carrera en tiempo pero amplia en trabajo y que supo darle un toque fresco al disco, sin necesidad de tocar demasiado. Como ya queda poco, seleccionamos el siguiente tema: ‘Have a drink of me’.

Hay que reconocer que esta es una de las canciones más débiles de todo el disco, aunque como todas las demás ha pasado a la historia de la música. Un pequeño valle en el álbum que se acentuaba con el penúltimo corte, ‘Shake a leg’, que no nos ofrecía nada nuevo.

Bueno, vamos acabando el disco y lo hacemos de menos a más con toda una declaración de intenciones: ‘Rock and roll ain’t noise pollution’. Algo que, dicho en los 80, sonaba a “si no te gusta lo que hacemos, ajo y agua”. Otro himno que lleva 36 años abanderando los riffs de guitarra más salvajes.