Setenta familias de Ondarroa vuelven a sus hogares

Bilbao

La normalidad va tomando poco a poco el protagonismo en Ondarroa. Más de 4 meses después del desalojo de las 176 familias afectadas por los desprendimientos de la ladera de Kamiñalde, 70 de ellas regresarán a sus hogares el viernes 29.

El resto, las 106 familias restantes, podría ver retrasada su vuelta. La falta de fondos, y el no acuerdo entre el Ayuntamiento de Ondarroa, el Gobierno vasco y Diputación para financiar el coste de la estabilización de la ladera, son las causas de este posible retraso.

El precio total de las obras de estabilización de la ladera y de reparación de las viviendas ronda los 17 millones de euros, unas cifras a las que el Ayuntamiento no puede hacer frente. En este sentido, el Consistorio ha explicado que la UTE encargada de acometer estos trabajos ha pasado ya al Ayuntamiento certificaciones de obra por importe de seis millones de euros, de los que 2,5 han sido ya abonados (2 millones aportados por el Consistorio de Ondarroa y 0,5 por parte de la Diputación foral).

En principio los trabajos no cesarán, pero el alcalde, Zunbeltz Bedialauneta, recalca que si el Gobierno vasco y la Diputación vizcaína no adoptan un “compromiso firme” para la financiación, las obras se podrían ver ralentizados, con las consecuencias que ello supone para los vecinos afectados.

El 29 de julio, fecha en la que 70 de las familias afectadas volverán a sus casas, también se reabrirá al tráfico la calle San Inazio.

Pese a la buena noticia del regreso de un buen número de afectados, todavía son 10 las familias afectadas que esperan ser realojadas. El Ayuntamiento ha solicitado a Alokabide que destine a estos 10 las viviendas que quedarán disponibles tras el regreso de las setenta familias señaladas.