El gobierno local pide la dimisión de los 9 concejales del PP investigados

Valencia

La alcaldesa accidental, Consol Castillo, se muestra cansada e indignada por lo que considera un "elemento gravísimo", en referencia al levantamiento del sumario de Taula, que reafirma su compromiso para gobernar la ciudad en otra dirección y exige que se depuren responsabilidades entre las personas implicadas. Además, ha apelado a la presidenta de los populares en la Comunitat, Isabel Bonig, para que "obre en consecuencia" y pase de las palabras a los hechos.

Respecto a las dudas que generan algunos contratos que el Ayuntamiento tiene con empresas que podrían haber pagado comisiones ilegales, Castillo explica que revisarán todas estas licitaciones y se remitirá a los técnicos del consistorio para que las estudien y supervisen. Asegura, eso sí, que colaborarán en todo momento con la justicia pero que no suplantarán a quien tiene que hacer los juicios y las sentencias.

Por su parte, el portavoz de Valencia en Comú, Jordi Peris, también pide a la Dirección Nacional del PP que haga dimitir a los 9 concejales imputados que continúan en su puesto y reivindica que es hora de que la ciudad esté en el lugar que se merece después de muchos años manchada por la corrupción.

Por su parte, en una entrevista concedida a la SER, la edil del PP Beatriz Simón considera injusto hablar de una trama generalizada de corrupción en el grupo del PP en Valencia, cuando en ese levantamiento de sumario solo se menciona a una concejala, María José Alcón.

Eso sí, Simón asegura que le parecen bochornosas las conversaciones en las que la exresponsable de Cultura del Ayuntamiento habla abiertamente de las mordidas con el conseguidor de la trama Marcos Benavent.

Simón, investigada en el caso de blanqueo de dinero en el grupo municipal del PP, asegura que ni ella ni los otros ocho concejales investigados han hablado sobre la situación en que les dejaría que Mariano Rajoy aceptara las condiciones de ciudadanos, entre ellas, apartar a los cargos investigados.

Es injusto, insiste Simón, que se haga caer sobre ellos la responsabilidad de la gobernabilidad de Espalña.