¿Dónde están los fusilados de Valcaldera?

Pamplona

¿Dónde están los fusilados de Valcaldera? Esa es la pregunta que siguen haciéndose, ochenta años después, los familiares de los 52 presos que el 23 de agosto de 1936 fueron sacados de la cárcel de Pamplona bajo falsas promesas de libertad para ser conducidos a la corraliza de Cadreita donde los asesinaron. 

Unas doscientas personas se han reunido en el solar que ocupaba la antigua prisión de Pamplona, convertido hoy en un jardín. Han colocado 52 siluetas. Una por cada asesinado. Y han ido colocando encima sus nombres. Banderas republicanas y emotivos recuerdos escuchados bajo el sonido del txistu y el violín. Han acudido incluso descendientes llegados desde Estados Unidos, como la nieta de un concejal pamplonés asesinado aquel día.  Todos exigen que agilicen los trabajos de exhumación de los cerca de mil asesinados en Navarra cuyos restos quedan aún por identificar y devolver a sus familias.

Los huesos de los asesinados en Valcaldera fueron llevados al llamado Valle de los Caídos, el monumento franquista erigido en Madrid. El traslado se hizo contra la voluntad de las familias. En 1979 esos restos fueron sacados de allá y se les hizo un homenaje en la localidad navarra de Corella. Después fueron enterrados en un panteón de Azagra. Pero más tarde la sociedad de ciencias Aranzadi buscó allá y no los encontró. Hoy en día se desconoce adonde fueron llevados.

La Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra quiere que la corraliza donde se perpetró la matanza pase a formar parte de la red de puntos de la memoria histórica y quede allá constancia de lo ocurrido.