Las viviendas del Ivima vendidas a fondos buitre, la pesadilla que no termina

Torrejón de Ardoz

La venta de pisos protegidos a fondos buitres y, a su vez, la constatación para muchos vecinos tras siete años de alquiler de que no podrán comprar sus viviendas ha llegado, en muchos casos, este mismo verano y sin notificación oficial. A día de hoy, por ejemplo en Torrejón de Ardoz, cientos de vecinos siguen pidiendo angustiados a la Comunidad de Madrid que no se desentienda de lo que hace años vendió como un logro propio en la promoción de vivienda pública y hoy dice que es una negociación entre privados.

El conflicto afecta a miles de vecinos de toda la Comunidad de Madrid. De las más de 31.000 viviendas de protección, en concreto de alquiler con opción a compra construidas en las últimas tres legislaturas, poco más de mil son realmente de titularidad pública, y las sucesivas quiebras han facilitado que estos pisos acaben la mayoría en manos de los denominados "fondos buitre". En Torrejón de Ardoz, en concreto, hay en torno a 1.800 viviendas en esta situación y a los vecinos les escuece un poco más que al resto porque hoy su exalcalde, Pedro Rollán, es el consejero responsable de lo que consideran un auténtico atropello a sus derechos.

La Comunidad de Madrid defiende que es todo legal y que, en realidad, es una negociación entre propietarios privados en la que nada puede hacer. No opinan lo mismo otros actores políticos. Sí Se Puede Torrejón y Ganar Torrejón han convocado esta miércoles en el centro Rafael Alberti una reunión informativa con los afectados para recabar información y transformar su queja en una moción plenaria que fuerce al ayuntamiento a exigir la mediación de la Comunidad de Madrid o, lo que es igual, que el actual gobierno pida a quien ha sido su jefe hasta el pesado verano que tome cartas en el asunto y no deje a los vecinos abandonados a su suerte.

Paco Hernández, portavoz de Ganar Torrejón, explica que los fondos de inversión sí han ofrecido la posibilidad de compra pero a una "tasación máxima y prácticamente al doble de lo que hace semanas les ha costado a ellos". El problema va afectando progresivamente a quienes ven cumplido el plazo máximo de alquiler y tienen que optar por la compra o por la renuncia al inmueble.

Ampliar

Aunque sigan alquilados, pierden la opción de comprar los pisos, la mayoría reunidos en el barrio Soto del Henares. Es el caso de los cerca de 200 vecinos de la Avenida de Joan Miró que se han reunido esta mañana con la consejería. Iván es su portavoz: "Solamente hemos podido acceder a la compra diez personas. Intentamos que nos den alguna explicación desde la Comunidad de Madrid. Ellos dicen que no pueden hacer mucho".

Siete años después de aquellos grandes anuncios y sorteos, de la alegría de estos mismos miles de vecinos, sus planes de vida se desmoronan sin opción económica para hacerse con sus viviendas salvo que, en este tiempo, hayan pasado de reunir condiciones para una vivienda de protección a ahorrar una cuantiosa cantidad de dinero que les permita afrontar la compra a un precio que ni mucho menos esperaban.