Los investigadores inician una ronda de entrevistas con doce involucrados

Alicante

Continúa la investigación sobre el inquietante hallazgo en aguas de Calpe hace dos fines de semana de tres sábanas con huesos que  encontró un submarinista y recogió el Grupo de Actividades Subacuáticas (Geas) del instituto armado, junto al Peñón de Ifach.

Los análisis por parte de las fuerzas de seguridad revelaron que además de huesos humanos con una antigüedad de entre 30 y 40 años, esqueletos de pájaros, plumas de aves y ramas, también había documentos de la Agencia Tributaria, fotografías, una muñeca de juguete y hasta dibujos esotéricos.

Los restos humanos fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal para proceder a la identificación, mientras sigue la investigación con una ronda de entrevistas que se va a iniciar para aclarar si todo se corresponde o no con un ritual de santería o de magia blanca y determinar quiénes son los implicados.

Los investigadores, de hecho, trabajan con una docena de nombres, que les llevan a la región de Extremadura y a dos provincias que no han trascendido. La hipótesis más probable es que sea "alguien de fuera" quien esté detrás de estos episodios, según fuentes cercanas al caso, que siguen buscándole una explicación.

Mientras, antropólogos consultados por Radio Alicante barajan motivaciones dispares.

Para Miguel Botella, director del Laboratorio de Antropología Física en la Universidad de Granada, los objetos encontrados "no se corresponden a ningún ritual estandarizado en la antropología". Más bien opina que puede tratarse de "basura accidental".

Apunta que no es raro en Granada hallar este tipo de residuos en los pisos donde han habitado estudiantes de Medicina, que utilizan esqueletos para sus prácticas y no descarta que esta misma práctica puedan seguirla los alumnos de la facultad de Medicina de Alicante. Las exhumaciones, en este caso, no implicarían "ninguna intención de profanar tumbas", concluye.

Pero desde la Universidad de Alicante, la arqueóloga y antropóloga María Teresa Riquelme, se inclina más bien por creer que se trata de algún ritual de magia negra o santería.

Recuerda que el norte de la provincia de Alicante es un foco de sectas, algunas satánicas, y que toda la zona de la Marina Alta es conocida por sus "rituales de vudú o santería". Al haberse hallado sólo este tipo de restos, no se pueden aventurar más hipótesis, pero cree que la proximidad y el culto a la fachada del Peñón de Ifach, pueden haber tenido un efecto telúrico en la localización.

Recuerda que es un punto habitual para tirar cenizas para los católicos y que también puede ejercer una especial atracción para otros cultos. En cualquier caso, señala, es difícil concretar algo más sin tener acceso a los hallazgos.

Si finalmente se determinase que esos restos han sido exhumados, los acusados podrían acabar imputados por un delito de profanación.