“Una situación excepcional requiere medias excepcionales”

Alicante

“Olivos y almendros están con la boca abierta. Ya se están secando hojas de los árboles y han tirado mucha fruta. Y es que el olivo es muy espabilado: cuando no puede mantener el árbol, tira la fruta, y deja de producir.” Ramón Mampel

De “situación crítica” calificaba el presidente de la Unió de Llauradors i Ramaders, Ramón Mampel, el panorama agrario actual para los micrófonos de Hoy por Hoy.

¿La culpable de esta situación? La sequía que desde hace más de tres años acosa al territorio mediterráneo. Una situación excepcional para la que reclaman medidas excepcionales.

Los datos son alarmantes. La producción de almendra podría descender un 40%, la merma en la cosecha de cereales oscila entre el 20 y el 50 por ciento y se calcula que si no llueve en los próximos quince días, podría perderse un 50% del cultivo del olivo.

Una situación que también afecta a la ganadería. Sin lluvias no hay pastos con los que alimentar a los animales, se ha de recurrir a piensos y de igual modo, tirar de agua en cubas para mantener las explotaciones.

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Además, la falta de precipitaciones aumenta la población de plagas a las que hay combatir con tratamientos.

Descenso en los cultivos, infraestructuras más complejas para la extracción de agua, recurrir a piensos para la alimentación del ganado e invertir más en el control de plagas, son solo algunas de las consecuencias de la falta de lluvias. Sin duda, esta serie de hándicaps hacen que se encarezca el precio del producto final.

La Unió cree que la situación requiere un esfuerzo por parte de las administraciones públicas, medidas que compensen las pérdidas y eviten el abandono de más explotaciones agrícolas. Entre éstas se encuentra una compensación que rara vez se concede, las ayudas de 'mínimis'. Una ayuda de 5.000 euros anuales por explotación durante tres años. Pero no es la única. Reclaman también la reducción del IRPF en explotaciones y actividades agrarias, la reducción IBI rústico y la concesión de créditos blandos.

Mampel ha instado a mirar al pasado, a 2005, cuando se vivió una situación de sequía similar pero no tan extrema como la de este 2016. Entonces, se les condonó durante ocho meses el 50% del IBI.

Destaca la predisposición del Ministerio, que ya está revisando la normativa legal, pero que alega problemas para regular las ayudas por la falta de Gobierno. La respuesta de Ramón Mampel es clara: “Situaciones excepcionales requieren medidas excepcionales”.