“Tino Casal nunca pasará de moda”

Fuenlabrada

Era primera hora de la mañana de un 22 de septiembre de 1991. La noche había sido lluviosa en Madrid. Tino Casal y unos amigos volvían a casa y la fatalidad se cruzó en el camino del cantante asturiano. El coche derrapaba en la calle Castilla e impactaba con una farola. Tino iba de copiloto y el golpe hizo que una costilla le traspasará el corazón, con resultado de muerte casi en el acto. Él, muy aficionado a los temas vampíricos, había respondido una semana antes durante una entrevista que “solo moriría con una estaca atravesándole el corazón”.

Así lo cuenta Gerardo Quintana, autor de ‘Tino Casal. Más allá del embrujo’ (T&B. 2007), biógrafo oficial del cantante. Quintana tiene una relación muy directa con el sur de Madrid, pues es el responsable de prensa del ayuntamiento de Humanes. “Su figura era imponente, pero era amable, cariñoso y muy cercano; parecían dos imágenes contrapuestas”, ha explicado.

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“Durante los 90 parece que había caído en el olvido y por eso me animé a hacer la biografía”, nos ha contado. La única biografía que existe de él fue fruto de una investigación de cinco años, con más de un centenar de entrevistas y 150 documentos inéditos, desde fotografías y al parte de defunción. “Tino se lo merecía, porque tenía que ser todo a lo grande”, resume.

Su papel en la movida fue crucial, “venía con más bagaje que otros artistas de entonces”, y se nota en aspectos tan variados como que ayudó a la búsqueda de financiación para ‘Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón’ de Pedro Almodovar, fue productor de Obus o tuvo a Alejandro Sanz haciéndole los coros en algunas actuaciones en directo.

El Museo del Traje de Madrid organizará el mes que viene una exposición sobre los trajes y otros complementos que usó el autor de ‘Embrujada’, ‘Eloise’ o ‘Champú de huevo’.