Necesitamos que nos hablen

Valencia

Es triste imaginar nuestra existencia sin contar, escuchar, interpretar y difundir lo que pensamos y sentimos. La necesidad de comunicarse es inherente al ser humano, auqnue es la complejidad del lenguaje lo que nos ha permitido evolucionar. Crear ventanas generacionales, atravesadas con las palabras y sus significados.

Bienvenidos al viaje que une nuestro cerebro con los conceptos que dibujan el mundo. El que tenemos, el que conocemos y el que imaginamos.

Entrevista a Miquel Ángel Ruiz, Departamento de Sociología y Antropología Social de la Universitat de València.

 La Comunicación es muchísimo más que hablar

Se conoce que un cerebro mejor alimentado nos dejó hacer más complejos los sonidos del habla que se utilizaban para expresar significados. Lo importante en este proceso es cómo se fue conformando un sistema de comunicación simbólica. Esto es lo que nos diferencia del resto del sistema de comunicación animal.

El lenguaje simbólico sería hablar de cosas que no tienes enfrente, ni están pasando ahora. Por tanto, puedes hablar de cosas que han sucedido o van a suceder. Puedes planificar, puedes reconstruir el pasado, puedes tener memoria y acumular conocimiento. La transmisión de esos conocimientos de generación en generación es la base del desarrollo cultural.

Las culturas orales transformaban los relatos, incluso dentro de una misma generación. Es cuando se pasa a la tradición escrita cuando se puede acumular más conocimiento del que puede guardar una persona en su vida.

Somos seres narradores

El lenguaje es una de las principales herramientas adaptativas de ser humano. La cultura es un esfuerzo adaptativo. El lenguaje ayuda a la cooperación frente a otros grupos y en relación con otras especies. Es una herramienta muy poderosa, podemos desarrollar cualquier tipo de explicación del mundo.

La comunicación oral ha sido básica en las sociedades anteriores a la modernidad. Las personas vivían su realidad como realidades locales, de proximidad. Tus vecinos, familia y amigos. Los mensajes que llegaban e fuera eran pocos, concisos y llegaban a través de otras personas que antes de transmitirlos los habían adaptado a su realidad cultural.

Una noticia ocurrida en Francia, podía llegar después de años y era interpretada por la forma de ver el mundo en cada sociedad local. Esto también ocurre en la actualidad.

Las primeras emisiones de radio, un acto de fe

Esos primeros sonidos que salían de una caja, sería una sensación rarísima, pero el ser humano tiene una capacidad de adaptarse a los cambios, de forma muy rápida. La gente que vivió en los años 30, han vivido varias revoluciones de la comunicación. Con la tecnología hay una especie de pensamiento mágico. Los procesos de la ciencia no son conocidos pero todos hacemos un acto de fe sobre su funcionamiento.

Si ahora cayera todo el sistema, si no tuviéramos luz, agua, wifi…nos adaptaríamos muy rápido.

La radio entronca con el relato oral que desarrolló la humanidad

La radio es como extensión de la comunicación oral presencial con los otros. La imagen nos llega con literalidad icónica y la interpretamos poco. Sin embargo, la comunicación oral nos conecta con una forma de representación del mundo que ha sido el relato, las vivencias, la idea de los mayores de cada tribu traspasada a los jóvenes.

Los que escuchan, imaginan el mundo porque nos conecta con la oralidad germen del desarrollo cultural de la humanidad.

La radio sigue muy viva frente el impacto de otros medios de comunicación. Es más poderosa la transmisión oral porque nos conecta con el pasado, con siglos y siglos en que los pueblos han vivido esa experiencia comunitaria, que es lo contado, lo narrado.

Lo que oímos nos emociona

Desde el campo de la neurociencia, se habla de que la parte de nuestro cerebro que se dedica a la interpretación de los sonidos y los olores, tiene mucho más vínculo con lo emocional que la parte del córtex encargada de la interpretación visual.

Cuando la radio llega a Valencia tenía un significado social. La familia se reunía alrededor de la radio y creaba lazos de comunidad.

En la actualidad, la radio es un objeto de consumo individual, pero vinculado con los demás a través de ese relato que alguien le cuenta y esa interpretación del mundo que te ayuda a comprenderlo.