Landete acepta el anexo ‘oculto’ de la Sociedad de Tasación como prueba

Santa Cruz de Tenerife

La mecánica habitual experimentada en las 14 sesiones anteriores del macro juicio de Las Teresitas saltó por los aires ayer, en una vista en la que ni la prensa salió indemne. La caja de Pandora la abrió el apoderado de la Sociedad de Tasación, José Luis Estevas-Guilmain, quien presentó un anexo, desconocido hasta ahora, de la tasación de Sotasa, en el que se valoran los terrenos incluso por debajo de lo estipulado en el informe de la ex arquitecta municipal, Pía Oramas. Concretamente en tres mil millones de pesetas, muy por debajo de los 8.000 que finalmente pagó el consistorio a los empresarios. En el documento, al que la SER ha tenido acceso, se establece un valor de las parcelas del frente de playa de un total de 3.079.000.000 pesetas, resultantes de aplicar una tasación en la que faltaban, como efectivamente apuntaba el polémico informe de Oramas, el planeamiento y gestión urbanística de los terrenos, así como las cesiones y aprovechamientos que establece la legislación. Además, el apoderado de Sotasa aseguró ante el juez que recibieron presiones por parte del Ayuntamiento para inflar el valor de los terrenos.

A la luz de esta nueva prueba, los abogados de la defensa han intentado impugnar la nueva prueba y arremetido contra los medios de comunicación por la publicación del documento. Un extremo al que se ha referido el presidente del tribunal, Joaquín Astor Landete quien ha recordado que "las actuaciones no son secretas sino públicas y que los medios de comunicación tomaron debida nota de lo que pudieron ver y oír en esta sala".

Guerra de peritos

Tras la aparición de un documento de tasación completamente nuevo y que ha sido incluido a la causa como prueba, ha comenzado una auténtica batalla entre los peritos que han participado en las distintas tasaciones de las once parcelas. Mientras la ex arquitecta Pía Oramas ha continuado defendiendo que su tasación de tres mil millones de pesetas era correcta, puesto que se trataban de terrenos de los que no se había cedido el 10 por ciento del aprovechamiento al consistorio y que no era suelo urbano consolidado, el resto de los peritos como Javier Domínguez Anadón o Joaquín Jalvo cuyas tasaciones se corresponden a los más de ocho mil millones de pesetas, al entender que las parcelas sí se correspondían con la tipología de suelo urbano consolidado.