Los barrios se oponen a Torre Village
Vecinos y comerciantes se han concentrado este domingo contra el nuevo 'outlet'. Anticipan la destrucción de más puestos de trabajo y la creación de otros precarios, así como el vaciamiento de los barrios y problemas de movilidad en la carretera de Logroño
Vecinos y comerciantes han participado en esta concentración contra el outlet Torre Village / Esther Orera
Zaragoza
Comerciantes y vecinos han protestado este domingo en la plaza de España contra el 'outlet' que se proyecta en las antiguas naves de Pikolín y por la previsible aprobación en el pleno de este lunes de los permisos para su conversión en Torre Village.
Como si fuera un funeral del pequeño comercio, un ataúd ha presidido esta concentración, donde no han faltado esquelas (y plañideras) ante la muerte de los establecimientos en los barrios por una nueva gran superficie, que conlleva la pérdida de puestos de trabajo en las tiendas de toda la vida y que los barrios acaben convertidos en "un desierto". La presidenta de la FABZ, Nieves Buj, remarcaba que "el comercio es lo que hace que un barrio esté vivo" porque "si hay luz en los escaparates y las tiendas están abiertas, significa que hay seguridad, empleo y convivencia". En definitiva, decía, "un barrio vivo".
Aurora Sánchez, de la asociación de comerciantes de Las Fuentes, echaba la vista atrás, al momento de la apertura de Puerto Venecia: "Ellos creían que iban a crear 4.000 puestos de trabajo y se han destruido 6.000 en el comercio de proximidad y en este último año hemos cerrado 1.300 comercios". Para Sánchez, un nuevo gran centro comercial es "un paso más a la sangría que realmente por la crisis económica - indudablemente - y por otras circunstancias, está pasando".
Frente a los puestos de trabajo nuevos que se prometen, su baja calidad. Gerardo Montori, Comisiones Obreras, dejaba claro que los puestos de trabajo en el pequeño comercio tienen "jornadas de 30 - 40 horas semanales, en las grandes superficies, las jornadas son de 20 horas" que conlleva "mayor precarización de condiciones", mayor temporalidad o la apertura de domingos y festivos.
Pero, además, denuncian la operación urbanística y la "alianza", dice," de PSOE, PP y Ciudadanos" para "intereses concretos de la familia Solans". Aurora Sánchez calificaba la situación de "una recalificación a la carta". Y se preguntaba "cuál va a ser el próximo y a quién se va a favorecer". Además, "se supone que en las afueras no se podían montar más".
Los comerciantes acudirán al pleno, con un objetivo: que recapaciten y que se descarten los usos minoristas en este proyecto.
