Tribunales
Incendios forestales

El acusado por el incendio de Poyatos se declara inocente

Niega que estuviese en el lugar donde se inició el fuego aquel 21 de julio, y recuerda que “aquel día estaba ardiendo media España”

El juicio se celebra esta semana en la Audiencia Provincial de Cuenca / Cadena SER

Cuenca

El juicio por el incendio de Poyatos, que en el año 2009 devastó más de 1.700 hectáreas de monte en la Serranía, ha comenzado hoy en la Audiencia Provincial de Cuenca con la elección del jurado y la declaración del único acusado, que ha negado los hechos que se le imputan y se ha declarado inocente.

Lorenzo Ruiz, un maderero natural de Burgos que lleva más de 30 años viviendo en la Serranía de Cuenca, ha asegurado que a primera hora de la tarde del 21 de julio estaba cortando madera para un vecino de Tragacete, y que no se enteró del incendio hasta que la Guardia Civil acudió a su casa.

Ha reconocido su animadversión hace los propietarios de la finca “El Valle”, de Poyatos, con quienes mantuvo en los años anteriores al incendio una relación comercial que acabó en los tribunales, y les ha tildado de “sinvergüenzas que no tienen palabra”.

De hecho, la Fiscalía y las acusaciones particulares sostienen que la venganza hacia esta familia de propietarios sería el móvil que habría llevado a Ruiz a intentar prenderle fuego a la finca, pero el acusado ha subrayado que no es ningún “delincuente medioambiental, ni el ogro de Cornualles”.

El acusado, que ha contestado sólo a las preguntas de su abogada y del fiscal, y que se ha negado a contestar a ningún letrado de las acusaciones particulares, ha recordado que aquel 21 de julio “estaba ardiendo media España, no sé por qué este incendio tiene que ser provocado”, y respecto a los testigos que la sitúan en el camino del lugar donde comenzó el fuego, ha afirmado que “ellos sabrán”.

El fiscal, Amador Jiménez, ha asegurado que las pruebas contra Lorenzo Ruiz son sólidas, y ha achacado la demora del juicio durante más de siete años a una estrategia de la defensa.

La defensa pide la libre absolución, al considerar que lo que existe contra Ruiz son “indicios, pero no pruebas” y las distintas acusaciones piden entre 15 y 18 años de cárcel. Han resaltado, además del daño ambiental y económico, que Ruiz sabía que a menos de un kilómetro del origen del fuego había un campamento juvenil, y que la vida de decenas de niños “corrió grave riesgo”.

En el juicio se han personado la Junta de Comunidades, el Ayuntamiento de Cuenca y los propietarios de la finca “El Valle” como acusaciones particulares.

El jurado, compuesto por seis mujeres y tres hombres, además de dos suplentes varones, tendrá que decidir sobre la inocencia o culpabilidad de Ruiz tras escuchar el testimonio de más de 40 testigos y varias pruebas periciales.

 
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