Abengoa logra el apoyo suficiente de sus acreedores para esquivar el concurso
El juez deberá dar el visto bueno a su plan de reestructuración, que cuenta ya con el respaldo del 75 por ciento de las entidades acreedoras
Sevilla
El plan de reestructuración financiera diseñado por Abengoa y los principales acreedores ha sumado adhesiones de bonistas y entidades bancarias tenedoras de más del 75 por ciento de la deuda, de modo que la empresa podrá evitar el que habría sido el mayor concurso de acreedores hasta la fecha en España.
Fuentes conocedoras del proceso indicaron que, con datos todavía provisionales, se ha superado ya el porcentaje de adscripciones necesario para sacar adelante el plan de reestructuración financiera y de viabilidad empresarial.
A las 6,00 horas de este martes se cerró el plazo para que los bonistas suscribiesen al plan, mientras que el resto de los acreedores tiene tiempo hasta el cierre esta tarde de la notaría.
Las fuentes explican que la adhesión ya contaba con un apoyo suficiente de los acreedores bancarios, de modo que el interés de los bonistas se presentaba como el factor clave para determinar el éxito del proceso.
El proceso de adhesión al plan de reestructuración de Abengoa alcanzado en agosto concluye este martes y supone el principal hito para evitar el concurso de acreedores de la compañía.
A la espera de que la empresa comunique oficialmente los resultados de las adhesiones, las acciones de Abengoa tipo B cotizan con una subida del 1,35 por ciento, mientras que las tipo A registran un alza inferior, del 0,5 por ciento.
Al contar con el apoyo suficiente de los acreedores, el plan de reestructuración permitirá a la empresa disponer de una ruta para su futura viabilidad y cerrará el proceso iniciado hace casi un año, en noviembre de 2015, cuando solicitó el preconcurso acuciada por una deuda de casi 9.000 millones de euros.
Los términos de la reestructuración consisten en aplicar a los acreedores una quita del 97 por ciento en el valor nominal, manteniéndose el tres por ciento con su vencimiento a diez años, sin devengo anual de intereses y sin posibilidad de capitalización.
No obstante, los acreedores pueden optar por la alternativa de capitalizar el 70 por ciento del nominal del total de la deuda existente a cambio del 40 por ciento del accionariado de la nueva Abengoa, de manera que el 30 por ciento restante de la deuda se convertirá en un bono o préstamo que tendrá la consideración de senior o júnior en función de si la entidad participa o no en los tramos de dinero nuevo.
Los actuales accionistas verán diluida su participación hasta el cinco por ciento, mientras que los inversores que inyecten dinero nuevo se quedarán con el 55 por ciento del capital.
Para conseguir el objetivo de esquivar de manera definitiva el concurso de acreedores, la compañía necesita en el periodo de adhesión el visto bueno de los tenedores de al menos un 75 por ciento de la deuda.