Con la Tramuntana, no en ella

Palma de Mallorca

Si Mallorca es una religión, la Tramuntana es su gigantesco templo en piedra, la porción ma´s sagrada del territorio.

Esta emisora ha adquirido un compromiso de largo aliento con la preservación de la Tramuntana, un entorno frágil pese a su constitución rocosa.

Ayer mismo, Carles Francino desplazó a Palma a su equipo de 'La ventana' para celebrar, otro término religioso, el quinto aniversario de la inclusión de la Serra en el patrimonio de la humanidad.

Es significativo que fuera Francino quien oficiara el homenaje a la Tramuntana, porque conoce Mallorca desde el interior, y en especial sus parajes más agrestes.

La Tramuntana precisa de una protección en proporción a su belleza. Lentamente, se está convirtiendo en la pieza más codiciada de Mallorca, y ya sabemos el precio que ha pagado el resto de la isla por su atractivo.

De hecho, en la Tramuntana se registra ahora mismo la alianza ma´s inverosímil de una comunidad de clara alineación ideológica. Los propietarios de fincas y los ecologistas del GOB trabajan y firman manifiestos conjuntos contra los riesgos de masificación.

En mi pequeña aportación personal, he concedido a la Tramuntana el grado máximo de protección. Consiste en no visitarla jamás, el respeto absoluto hacia lo sagrado. Porque todos estamos con la Tramuntana, pero no todos podemos estar en la Tramuntana..