Salvan la vida después de una angustiosa caída de 300 metros en el Morredero

Ponferrada

Sólo uno permanece ya en el hospital, los otros tres jóvenes que viajaban en un Land Cruiser están ya en sus domicilios después de salir milagrosamente con vida del siniestro que tuvo lugar el fin de semana cuando subían a disfrutar de la nieve al Morredero.

Una placa de hielo, según relata uno de los padres a estos micrófonos, hizo que el todoterreno se desplazase en una curva hacia la derecha al otro lado de la calzada, en las inmediaciones del acceso al mirador de Peñalba. El joven conductor, que dio negativo en el control de alcoholemia, perdió el control del coche y no pudo evitar que se saliese de la calzada por la margen izquierda, por el precipicio por el que se despeñaron dando vueltas de campana. "Sólo hay escobas y vegetación baja de montaña por lo que nada podía frenar el coche hasta que se quedó a unos 300 metros de la carretera completamente aplastado" explica con el susto todavía en el cuerpo el padre de uno de ellos.

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Ni siquiera otros amigos que iban en distintos vehículos por delante se dieron cuenta de lo sucedido y siguieron trayecto hacia el Morredero. Sí que vieron todo lo ocurrido las personas que viajaban en otro coche en dirección San Cristóbal y que no podían creerse lo que estaban viendo, puesto que los cuatro jóvenes salieron por su propio pie de debajo del amasijo de hierros.

Se dio aviso a la Policía Municipal y a los bomberos, cuya intervención de rescate no fue necesaria. Los agentes de la policía se ocuparon del traslado de los muchachos al hospital en donde fueron atendidos de magulladuras, contusiones y heridas. Sólo uno de ellos parecía revestir más gravedad, porque parecía tener una lesión pulmonar que posteriormente se ha descartado, pero que le ha tenido en la UCI durante 48 horas.