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El edificio de las antiguas escuelas Aguirre de Cuenca cumple 130 años

Se inauguró un 30 de noviembre de 1886 y funcionó como escuela de niños hasta los años 50 del siglo XX. Ahora es un moderno centro cultural en el corazón de Cuenca

Postal de la calle Aguirre de Cuenca. / Cadena SER

Cuenca

Esta semana, en Páginas de mi Desván, José Vicente Ávila nos acerca la figura de Lucas Aguirre y Juárez, un conquense que dejó parte de su herencia en la ciudad que le vio nacer y que dio nombre a un a calle y al edificio que promovió como escuelas para niños en la segunda mitad del siglo XIX. Ese lugar cumple 130 años el 30 de noviembre como Centro Cultural, con Biblioteca Municipal incluida.

El edificio de las antiguas escuelas Aguirre de Cuenca cumple 130 años

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¿Quién fue Lucas Aguirre?

Lucas Aguirre Juárez nació en Cuenca el 18 de octubre de 1800. Su padre, Andrés Aguirre, era natural de Siones, un pueblo burgalés, y se dedicaba a la venta ambulante por las duras tierras de las dos Castillas. En esos viajes no faltó la ciudad de Cuenca, que debió gustarle, pues se estableció en nuestra ciudad, abriendo una ferretería en la calle de la Correduría y llevando además el servicio de diligencias Cuenca-Madrid. Aquí se casó con Inés Juárez y del matrimonio nacieron cinco hijos, siendo Lucas el menor.

Según recoge Clotilde Navarro en el libro “Leer, escribir, contar en las Escuelas de Cuenca, evolución del sistema educativo durante el siglo XIX”, “la pequeña tienda de los Aguirre resultó ser un próspero negocio en el que se implicaron como trabajadores todos los miembros de la familia, que además se beneficiaria de los procesos desamortizadores de ese siglo, pues con las ganancias de la tienda invirtieron en la compra de terrenos y huertas en gran parte de la provincia y casas y parcelas en la parte baja de la ciudad”. Los Aguirre eran una familia rica y bien situada, aunque Lucas no siguió estudios, salvo los obligatorios de la época, y desde muy joven mostró una clara inclinación liberal. Su nombre aparece entre los pocos que celebra en Cuenca el triunfo de Riego y está también entre los conspiradores que se reunían en una casa de la Hoz del Huécar para combatir el absolutismo, por lo que en alguna ocasión fue encarcelado junto con su padre.

Según recoge Navarro, Lucas Aguirre concibe la idea que ha de plasmar en su Testamento, decidiendo dedicar todos sus bienes al fomento de la educación popular. Establece unos Patronatos con el encargo de aplicar todos los bienes de su cuantiosa herencia a la erección de tres escuelas para niños y niñas pobres en Siones, el pueblo de su padre; en Madrid y en Cuenca, la ciudad en la que había nacido y vivido. Murió el 20 de marzo de 1873 y por petición del Ayuntamiento de Madrid fue enterrado en el cementerio de La Almudena.

Inauguración

En el caso de nuestra ciudad, la primera piedra para edificar las Escuelas fue colocada el 3 de abril de 1876, que era lunes, en un acto histórico para una ciudad que contaba con unos seis mil habitantes. Fue una jornada histórica con desfile popular desde la Plaza Mayor a la Glorieta. Según relataba Rodolfo Llopis en una de las conferencias que pronunció en Cuenca sobre Lucas Aguirre en 1924, el filántropo conquense deseaba que el edificio de las Escuelas estuviese frente al mausoleo de los mártires de la Libertad en Cuenca. La colocación de la primera piedra tuvo su reflejo con un extraordinario dibujo en La Ilustración Española y Americana y el propio Ayuntamiento de Cuenca acordó dedicar la calle que partía desde la Glorieta de San Francisco a Lucas Aguirre, al día siguiente, es decir, el 4 de abril de 1876, colocando un cuadro en el Ayuntamiento y entregando los albaceas un estuche con los trofeos militares del ilustre conquense.

De la crónica de la inauguración se hizo eco también la “La Ilustración Española y Americana”, que envió a Cuenca a su director artístico y al dibujante Tomás Campuzano, que ya había estado en el acto de colocación de la primera piedra. Según contaba “el acto inaugural se efectuó en el salón principal de las Escuelas donde, por la noche, se celebró un banquete pronunciándose notables discursos y brindis, seguidos de recepción en los salones del Gobierno Civil y baile con espléndido buffet en las Casas Consistoriales, imaginamos que en el salón de plenos. Entre los periodistas y escritores desplazados a Cuenca se encontraba José Ortega Munila, padre de Ortega y Gasset. El banquete fue servido nada menos que por el afamado restaurante Lardy, de Madrid, que instaló unas cocinas en el patio de las Escuelas, y además se repartieron 500 kilos de pan entre los pobres. En las ilustraciones del dibujante Tomás Campuzano, para la Revista “La Ilustración Española y Americana”, se aprecia el paisaje de la Hoz del Huécar, una perspectiva de las Casas Colgadas, y entre ambos dibujos, un tercero en medio con las cocinas del Lardy en el patio de las Escuelas Aguirre.

Las escuelas

En este aspecto informaba la revista que “el edificio Escuelas de Aguirre” está situado en la parte baja y nueva de la población y comprende tres escuelas para niños, niñas y párvulos, pudiendo asistir en junio más de 300 alumnos; están dotadas de buen mobiliario y un material pedagógico perfeccionado con arreglo a los recientes progresos, y los profesores tienen la habitación en el mismo edificio. Aunque se inauguraron en 1886, hasta seis años después, en 1892, no comenzó la actividad escolar, sin que el Ayuntamiento hiciese reproches a los patronos por esa tardanza. Clotilde Navarro apunta en su libro que, por ejemplo, en el año 1929 asistían a las Escuelas Aguirre unos 320 alumnos, que contaban con cuatro maestras y dos maestros de primera enseñanza.

Desde ese año 1892 las Escuelas Aguirre cumplieron el papel que quería su fundador, y como bien señala Clotilde Navarro, hasta que ya a mediados de los años cincuenta del reciente siglo XX perdieron su importancia debido al desarrollo de las nuevas ideas educativas. El edificio quedó cerrado y fue utilizado de manera esporádica para diversas actuaciones. Una de ellas fue la de utilizarlo durante algunos años, por parte de la Banda de Música de Cuenca, como academia de ensayo, ya en esa década de los cincuenta. En abril de 1955, por ejemplo, Gustavo Torner, presentó en las Escuelas Aguirre una de sus primeras grandes exposiciones. El local de Aguirre era un buen recurso para el Ayuntamiento ante cualquier iniciativa cultural y una de ellas fue la de habilitar como hospital el amplio pasillo de entrada en 1985, para el rodaje de la serie de televisión “Clase media”.

Centro cultural

La rehabilitación del edificio comenzó en el año 1982. Para convertir el edificio de las Escuelas en Centro Cultural se formalizó un convenio entre el Ayuntamiento y el Patronato para que se dedicase a usos educativos para la población, como demandó su fundador y que creemos se está cumpliendo al cien por cien. En lo que era el patio se levantó un amplio edificio con aulas para cursos y clases nocturnas. Actualmente hay también un salón de actos, una sala de exposiciones y una biblioteca.

 
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