La bestia negra

A Coruña

Quizá podamos considerar ya al Unión Financiera Baloncesto Oviedo como la bestia negra del Leyma Coruña. Desde que ambos equipos coinciden en la LEB Oro se han visto las caras sobre los parqués en un total de ocho encuentros, siendo el balance favorable al conjunto del Principado por siete victorias a una. Y es que los asturianos, con su juego intenso y dinámico, unido a su permanente amenaza exterior, nos tienen tomada la medida.

Sin ir más lejos, la pasada temporada, el equipo coruñés sufrió sendas derrotas en los choques que enfrentaron a uno y otro equipo. La primera, en Pumarín, tras una prórroga, será recordada por la explosión definitiva de Jordan Swing , autor de 42 puntos. La segunda, en Riazor, con protagonismo para Bassas, Miso y Hearst, jugadores que ya no pertenecen a la disciplina del Oviedo Baloncesto. Además, aquel día se produjo el debut del protagonista de la semana en la ciudad ovetense, el fugado Windler, que anotó tres triples de tres intentos.

Después de vivir una temporada histórica, en la que el equipo dirigido por Carles Marco consiguió su mejor clasificación (cuarto puesto), el actual ejercicio puede ser para el equipo asturiano, como lo es para Leyma Coruña, el de su consolidación total entre los clubs fuertes de la categoría. El inicio es prometedor. Con un récord de ocho victorias y tres derrotas, el Unión Financiera Oviedo Baloncesto se encuentra en el grupo de cabeza. Pumarín vuelve a ser un fortín, pues los ovetenses aún no han cedido ningún encuentro como local, y sólo han caído derrotados en las canchas de algunos de los clubs más potentes de la categoría: Burgos, Palencia y Breogán.

El de esta campaña es un equipo prácticamente nuevo en el que sólo repiten Víctor Pérez, que cumple su quinta temporada en la capital asturiana, y Andrew Windler, que ha roto ahora, de forma unilateral, su compromiso con el club asturiano, abandonando la disciplina del equipo este mismo martes.

Con todo, el Unión Financiera Baloncesto Oviedo ha reunido esta temporada una plantilla amplia y compensada en todas sus líneas; un equipo que conjuga la experiencia de jugadores determinantes en esta liga (Dani Pérez, Víctor Pérez o Eduardo Hernández Sonseca) con la ilusión que genera la llegada de jóvenes figuras con enorme margen de mejora y en plena progresión (Fabio Santana, Miquel Salvó, Johan Lofberg o Felipe Dos Anjos); un conjunto en el que el peso del jugador nacional es fundamental (siete jugadores españoles y sólo cuatro foráneos); un club que ha sabido aprovecharse de las cesiones: Lofberg, Salvó, Barro y Dos Anjos recalaron en Oviedo cedidos por equipos de superior categoría.

Este año sí, parece que el Oviedo Baloncesto ha encontrado una dupla de bases de garantías. Siempre han tenido un gran base titular pero les faltaba un suplente que mantuviese el nivel en los minutos que estuviera sobre la pista. La dupla formada por Dani Pérez y Fabio Santana es sólida y efectiva. Ellos forman la pareja de bases que más pases de canasta reparte en la presente edición de la LEB Oro. Dani Pérez es el líder en asistencias de la liga y es además el jugador más valorado de este OCB. Formado en la cantera del F.C. Barcelona, cuenta con experiencia ACB y amplia trayectoria en LEB Oro, habiéndose proclamado campeón de liga y Copa Princesa con Quesos Cerrato Palencia. Su calidad está fuera de toda duda y en el momento que afine la puntería desde 6,75 volverá a ser el mejor y más completo director de juego de la competición. El canario Santana, por su parte, después de una sobresaliente temporada en LEB Plata, da el salto a la LEB Oro sin traumas, asumiendo el rol de segundo base y haciéndolo a las mil maravillas.

Para la posición de escolta Carles Marco cuenta con el concurso de dos tiradores. Manu Rodríguez y Víctor Pérez son jugadores de rachas, especialistas capaces de entrar en trance y encadenar varios triples consecutivos que pueden romper partidos. Sin embargo, ambos jugadores parecen atravesar un mal momento. Pérez se ha perdido los últimos seis encuentros por lesión pero en el arranque de temporada sólo consiguió anotar tres triples de dieciocho intentos. Rodríguez, por su parte, acumula un desastroso 1/19 en tiros de tres puntos en los últimos cinco partidos.

Tres jóvenes jugadores apuntalan la posición de tres alto. Miquel Salvó (que en ocasiones ocupa la posición de cuatro), Johan Lofberg y Carlos Martínez ofrecen juventud, estatura, anotación y versatilidad en el puesto de tres. Ante el desacierto desde el perímetro de bases y escoltas, estos tres chicos han asumido la responsabilidad y se combinan para un total de 39 triples anotados de 95 intentos, un notable 41% de acierto desde la distancia.

La repentina marcha de Windler deja un poco coja la posición de ala pívot en el equipo ovetense, no en vano Windler estaba siendo el mejor tirador del equipo. Sin embargo, la directiva se ha movido con rapidez incorporando a su sustituto, Paul Jesperson, que no sabemos si llegará para el partido del sábado. Jesperson ha de aportar la amenaza desde el triple que ofrecía Windler pues el otro ala pívot ovetense es Mouhamed Barro, un jugador muy físico pero también muy interior.

En la zona, los asturianos cuentan con dos auténticas torres que dejan pequeños a nuestros gigantes. El brasileño de 18 años y 218 centímetros de estatura Felipe Dos Anjos está progresando a una velocidad de vértigo. La adaptación al profesionalismo del canterano del Real Madrid resulta increíble: promedia 9, 6 puntos -con unos porcentajes de acierto en tiros de campo superiores al 60%-, 7,1 rebotes y 1,3 tapones. Ya es habitual ver a ojeadores de la NBA en las gradas de Pumarín.

Cierra el plantel Eduardo Hernández Sonseca, un jugador que no necesita presentación. Una fractura en el segundo metatarsiano del pie izquierdo obligó al ex del Básquet Coruña a perderse la pretemporada y los seis primeros partidos de liga con su nuevo equipo. Llamado a ser el líder del grupo, poco a poco va entrando Sonseca en la rotación, aportando mucho en poco tiempo. Suma casi once créditos de valoración en menos de doce minutos y medio y ya encesta canastas ganadoras (una canasta suya sobre la bocina dio la victoria al Unión Financiera Baloncesto Oviedo en su visita al TAU Castelló hace un par de jornadas) para el equipo astur.

Estas son las piezas del temible ajedrez ovetense. Como el Leyma Coruña, el OCB cuenta con una rotación amplia de once jugadores válidos, capaces de aportar y no bajar el ritmo en los cuarenta minutos de juego, por lo que su rival no puede permitirse ni un momento de relajación. Veremos cómo influye en el encuentro del sábado el hecho de que los ovetenses tengan partido esta misma noche (visitan la cancha del Club Melilla Baloncesto en partido perteneciente a la jornada 12) mientras que los nuestros han tenido toda la semana para preparar el choque, ya que el derbi contra Cafés Candelas Breogán ha sido aplazado para el día de la Constitución. Veremos si se dan las circunstancias para que el Leyma asalte Pumarín y el OCB deje de ser nuestra bestia negra.